Esperas, apagones y cortes de pelo

La comisión de investigación de la Asamblea de Madrid completó ayer su novena jornada cuando en un principio estaba previsto que los 26 comparecientes requeridos pasaran por la comisión en tres días. Políticos, comparecientes, personal de la Cámara y periodistas empiezan a verse como viejos conocidos.

Ayer se presentó ante la comisión Orencio Osuna, presidente de Agecovi, después de una semana esperando turno en una sala habilitada para los comparecientes, vagando por los pasillos o instalado en la sala de prensa, maldiciendo por la semana de vacaciones perdida.

A partir de la co...

La comisión de investigación de la Asamblea de Madrid completó ayer su novena jornada cuando en un principio estaba previsto que los 26 comparecientes requeridos pasaran por la comisión en tres días. Políticos, comparecientes, personal de la Cámara y periodistas empiezan a verse como viejos conocidos.

Ayer se presentó ante la comisión Orencio Osuna, presidente de Agecovi, después de una semana esperando turno en una sala habilitada para los comparecientes, vagando por los pasillos o instalado en la sala de prensa, maldiciendo por la semana de vacaciones perdida.

A partir de la comparecencia del secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada, y del extensísimo interrogatorio al que el portavoz popular, Antonio Beteta, sometió a Enrique Benedicto, esposo de la portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea, Ruth Porta, el interés de los medios por la comisión ha decaído.

Telemadrid, que durante los primeros días de comisión batió índices de audiencia, ha dejado de emitir las comparecencias en directo. Paradójicamente, parece que los políticos han comenzado ahora a preocuparse por su imagen. Ayer los portavoces del PSOE y del PP, Modesto Nolla y Antonio Beteta, vinieron con el pelo recién cortado y el portavoz popular echó su ya clásica cabezada de después de comer con un nuevo traje, menos holgado de lo habitual.

También ayer, dos apagones interrumpieron la actividad de la comisión. Acaso saltaran los fusibles por la sobrecarga a la que se está sometiendo estos días al aire acondicionado, que crea un ambiente gélido en el interior.