Se retira de subasta el 'oscar' de Welles

La Academia de Cine de Hollywood logró ayer, tras varios días de disputas y amenazas judiciales, que la prestigiosa firma de subastas Christie's retirase el objeto estrella de la puja que tenía programada para este viernes: el oscar que Oscar Welles consiguió en 1942 por el guión de Ciudadano Kane, la considerada por muchas encuestas y críticos como la mejor película de la historia. La casa de subastas pensaba obtener entre 300.000 y 400.000 dólares por esa cotizada pieza, que había sido puesta a la venta por la más joven de las tres hijas del director. La Academia ha ejer...

La Academia de Cine de Hollywood logró ayer, tras varios días de disputas y amenazas judiciales, que la prestigiosa firma de subastas Christie's retirase el objeto estrella de la puja que tenía programada para este viernes: el oscar que Oscar Welles consiguió en 1942 por el guión de Ciudadano Kane, la considerada por muchas encuestas y críticos como la mejor película de la historia. La casa de subastas pensaba obtener entre 300.000 y 400.000 dólares por esa cotizada pieza, que había sido puesta a la venta por la más joven de las tres hijas del director. La Academia ha ejercitado su derecho de preferencia sobre la estatuilla por un solo dólar. La estatuilla en cuestión, además, tiene su peculiar historia. Durante muchos años se pensó que estaba perdida. En 1988, Beatrice Welles, la hija más joven del legendario director, fallecido en 1985, solicitó una copia. La Academia, de forma inusual, se la concedió, pero ya entonces, previsores, le hicieron firmar el acuerdo alcanzado en 1950 para restringir la posibilidad de venta de esas piezas a todos los premiados. En 1994, el dorado oscar original de Welles reapareció, en esta ocasión en la casa de subastas londinense Sotheby's, que lo consiguió tras una venta por 50.000 dólares a la empresa Bay Holdings por parte de Gary Graver, un ex ayudante de Welles que aseguró que éste se lo había regalado. Beatrice Welles les demandó, ganó el caso y paró la operación. Y ahora tiene en su casa los dos oscars, el original, con una base de mármol belga, y la copia, con un soporte de aluminio y un número que la identifica. Pero no los podrá vender.