El diputado sin corbata

Bruno Alonso, el mítico dirigente del socialismo cántabro durante la II República, de humildísima procedencia rural, fue conocido entonces como "el diputado sin corbata". Un líder obrero impresionante e intachable, según sus biógrafos y admiradores, que esta semana se reunieron en Santander para rendirle homenaje con la creación de una fundación que llevará su nombre. Exiliado a México tras desempeñar el cargo de comisario de la Flota Republicana durante la Guerra Civil, Bruno Alonso se ganó la vida entonces lavando platos o como vigilante nocturno. Murió en 1977 a los 90 años de edad s...

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Bruno Alonso, el mítico dirigente del socialismo cántabro durante la II República, de humildísima procedencia rural, fue conocido entonces como "el diputado sin corbata". Un líder obrero impresionante e intachable, según sus biógrafos y admiradores, que esta semana se reunieron en Santander para rendirle homenaje con la creación de una fundación que llevará su nombre. Exiliado a México tras desempeñar el cargo de comisario de la Flota Republicana durante la Guerra Civil, Bruno Alonso se ganó la vida entonces lavando platos o como vigilante nocturno. Murió en 1977 a los 90 años de edad sin poder volver a su patria. Ahora, la Fundación Bruno Alonso, promovida por intelectuales, políticos y sindicalistas de la izquierda cántabra, se propone resaltar su figura "dando voz y rostro a quienes han tenido que callar hasta ahora, bien por miedo, bien -lo que es igual de doloroso- porque nadie ha tenido la responsabilidad de escuchar esas voces dormidas", explicó el presidente del patronato, el cardiólogo Jesús Gutiérrez Morlote, ex secretario general del Ministerio de Sanidad durante los gobiernos de Felipe González. Otro exiliado cántabro, el famoso comunicólogo Eulalio Ferrer, albacea testamentario de Bruno Alonso, será el patrón de honor de la nueva fundación, cuya presentación en sociedad estuvo arropada por más de 500 personas y contó con la señalada presencia del alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro, del PP. Los oradores especiales del acontecimiento fueron el historiador local José Ramón Saiz Viadero y la escritora Dulce Chacón, autora de La voz dormida, un impresionante retrato, editado por Alfaguara, de la represión que sufrieron miles de mujeres durante la dictadura franquista.

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