Arqueología en el jardín

VOLCÁN ES UN pequeño pueblo en la provincia de Chiriquí y una de las entradas al parque nacional Volcán Barú (Panamá). Es una zona alta donde se cosecha café. Para trabajar en la explotación de los cafetales llegaron, hace ya tiempo, los antepasados de los Landau. Esta familia vive a las afueras de Volcán, en la finca Barriles, y son descendientes de estadounidenses y alemanes. Como sus predecesores, siguen trabajando el café.

Hace unos años, en su finca encontraron restos de una cultura precolombina a la que dieron el nombre de Barriles. Aunque algunas piezas se hallan en el Museo del ...

VOLCÁN ES UN pequeño pueblo en la provincia de Chiriquí y una de las entradas al parque nacional Volcán Barú (Panamá). Es una zona alta donde se cosecha café. Para trabajar en la explotación de los cafetales llegaron, hace ya tiempo, los antepasados de los Landau. Esta familia vive a las afueras de Volcán, en la finca Barriles, y son descendientes de estadounidenses y alemanes. Como sus predecesores, siguen trabajando el café.

Hace unos años, en su finca encontraron restos de una cultura precolombina a la que dieron el nombre de Barriles. Aunque algunas piezas se hallan en el Museo del Hombre Panameño, en la ciudad de Panamá, la mayoría de ellas se encuentran dispersas en manos privadas.

Parece ser que este lugar fue una zona ceremonial y también de enterramiento. Los Landau poseen una gran cantidad de piezas de cerámica, joyas, bronces, esculturas en piedra de tamaño natural talladas en bloques monolíticos de basalto y petroglifos decorados con motivos geométricos. Algunos de estos artefactos se encontraron en los enterramientos y todo ello apareció bajo un estrato de lava, lo que hace suponer que esta cultura desapareció tras una erupción del volcán Barú.

A los Landau no les importa que se visite su finca al contrario, más bien les gusta que los visitantes pasen a verlos. Nosotros llegamos una mañana de abril y nos recibieron como si fuésemos sus invitados. Nos enseñaron el jardín donde se encontraban los petroglifos y las esculturas, todo disperso entre flores y árboles. Luego nos llevaron a su casa, una bonita edificación de madera sobre pilotes con un gran porche. Allí nos sentamos y nos enseñaron cerámica, joyería... además de algunas revistas en las que se hablaba de su colección y de la cultura de Barriles.

Pudimos ver fotografías de las excavaciones y de algunas piezas que estaban en el Museo de Panamá. Nos despedimos de los Landau, que nos acompañaron hasta la puerta de la finca. Apretones de manos para decir adiós. Ellos se quedaban en su pequeño y particular museo, y nosotros seguimos viaje hacia Cerro Punta.