Novias arriesgadas

La Pasarela Gaudí vuelve a vestirse de novia. Moda Barcelona empezó ayer los desfiles de 13 de los más prestigiosos creadores de trajes nupciales, cuyas propuestas se sucederán hasta mañana en la Llotja de Mar, coincidiendo con la celebración del salón Noviaespaña en la Fira de Barcelona, hasta el próximo día 13 de julio. Los diseñadores Jesús del Pozo, Jesús Peiró y Devota & Lomba fueron los primeros en mostrar sus diseños para la temporada primavera-verano 2004. Las tendencias: los modelos huyen del blanco, muestran ombligos y alargan las colas.

El primero en adelantar sus propuestas ...

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La Pasarela Gaudí vuelve a vestirse de novia. Moda Barcelona empezó ayer los desfiles de 13 de los más prestigiosos creadores de trajes nupciales, cuyas propuestas se sucederán hasta mañana en la Llotja de Mar, coincidiendo con la celebración del salón Noviaespaña en la Fira de Barcelona, hasta el próximo día 13 de julio. Los diseñadores Jesús del Pozo, Jesús Peiró y Devota & Lomba fueron los primeros en mostrar sus diseños para la temporada primavera-verano 2004. Las tendencias: los modelos huyen del blanco, muestran ombligos y alargan las colas.

El primero en adelantar sus propuestas fue el diseñador Jesús del Pozo, que sigue por el camino de investigación adoptado en la edición anterior de esta pasarela, apostando por una línea cómoda, con poco volumen y fácil de llevar. Dibuja perfiles limpios; toma cintas de raso y las trabaja como si fueran redes; construye vestidos superpuestos con bandas anudadas al costado, inspiradas en lo más in de la moda de principios del siglo XX, lo que ofrece una imagen lánguida de la maniquí, acabada con tocados virginales. De los tejidos, se queda con la seda y, entre los colores, apuesta por el dorado envejecido, el vainilla o el champán.

Las modelos de Jesús Peiró lo primero que mostraron fue el ombligo. El concepto creativo de este diseñador, que vuelve a esta pasarela tras varias ediciones de ausencia, busca conjugar las tendencias de moda más actuales con los acordes románticos que aún mantienen este tipo de prendas. Despeja escotes, acorta blusas, ajusta talles y da movimiento a las faldas armonizando capas de corte asimétrico. Nada nuevo en materia de moda, pero valiente y arriesgado en vestidos de novia. Su fantasía funde estilos tan dispares como el oriental, por sus bordados, el caribeño, por los detalles en abanico, en colas y en cuellos, y el flamenco, por las puntillas, volantes y pasamanería. El movimiento imprime un carácter personal a su colección, que tampoco toca el blanco. Lo cambia por el marfil con chispas de rojo, amarillo y negro.

Con Devota & Lomba reaparece el blanco. La firma introduce el traje chaqueta y mantiene la esencia minimalista. Realza la silueta femenina cosiendo capa sobre capa, creando superposiciones, frunciendo tejidos o pinzando pliegues. Y moderniza sus propuestas con trajes sastres. En los vestidos destacan los fruncidos alargados hasta formar cola y las pinzas de corte geométrico, que se adaptan de una manera muy sexy a la silueta femenina. Usa tejidos como el organdí de algodón, el algodón satinado, las organzas y rasos de seda y el clásico chantilly, el material que más destaca.

CARLES RIBAS
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