Alcan revoluciona el sector del aluminio al lanzar una OPA hostil sobre Pechiney

La firma francesa se dispara un 23,46% en Bolsa tras la oferta de su competidora canadiense

El grupo francés Pechiney, que desde hace tres años busca adquirir un mayor tamaño, fue objeto ayer de una oferta pública de adquisición (OPA) hostil por parte de la firma canadiense Alcan destinada a convertir la entidad fusionada en la segunda más importante del mundo en el sector del aluminio, detrás de la estadounidense Alcoa. La propuesta de Alcan supone valorar Pechiney en 3.400 millones, es decir, 41 euros por acción, con una prima del 28%. Sin embargo, los títulos de esta empresa cerraron ayer a 42 euros en la Bolsa de París, tras subir el 23,4% por la OPA.

Alcan ofrece 123 eu...

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El grupo francés Pechiney, que desde hace tres años busca adquirir un mayor tamaño, fue objeto ayer de una oferta pública de adquisición (OPA) hostil por parte de la firma canadiense Alcan destinada a convertir la entidad fusionada en la segunda más importante del mundo en el sector del aluminio, detrás de la estadounidense Alcoa. La propuesta de Alcan supone valorar Pechiney en 3.400 millones, es decir, 41 euros por acción, con una prima del 28%. Sin embargo, los títulos de esta empresa cerraron ayer a 42 euros en la Bolsa de París, tras subir el 23,4% por la OPA.

Alcan ofrece 123 euros y tres acciones propias por cada cinco de Pechiney. Subsidiriamente, ofrece 41 euros en metálico por título de Pechiney o tres acciones por cada dos de Pechiney. La oferta fija el 60% de la remuneración en metálico y el 40% en acciones. La oferta, que supone una prima del 28% sobre el cierre del viernes y 39% sobre la media del último mes, supone un valor total de 3.400 millones de euros. Con la revalorización de ayer, el título de Pechiney superó los 41 euros. Cerró a 42 con una subida del 23,46%. Alcan caía 1,46% a una hora del cierre.

Antes del cierre de la Bolsa, fuentes del grupo industrial francés consideraron "bajo" el precio ofrecido por el grupo canadiense e insistieron en su carácter hostil. Afirmaron que su presidente, Jean-Pierre Rodier, fue informado del proyecto poco antes del anuncio y que los problemas derivados de la competencia hacen "muy incierto" el final.

La operación estimula el interés por las fusiones de grandes compañías y parece un heraldo de la recuperación económica general. La única fusión importante realizada en Francia durante el primer semestre del año ha sido la absorción del Crédit Lyonnais por el Crédit Agricole, una operación que valora el banco absorbido en casi 20.000 millones de euros. Más recientemente, el grupo tabaquero hispano-francés Altadis ha comprado el 80% de la empresa de tabacos de Marruecos por 1.290 millones de euros.

Negociación a tres

Pechiney compartió con Alcan una negociación fracasada para unirse al suizo Algroup y constituir entre los tres un gigante del sector. Las autoridades europeas de la Competencia ya objetaron en 2000 la fusión de esos tres grupos, por el peso excesivo que la concentración tendría en determinados sectores. El punto clave de la dificultad fue la coexistencia en el mismo grupo de dos fábricas de producción de aluminio, una situada en Francia y otra en Alemania. El comisario comunitario de la Competencia, Mario Monti, exigía que se desprendieran de una de ellas y los socios en potencia no quisieron seguir adelante. Fuentes de Pechiney niegan que la situación haya cambiado. Pero Travis Engen, presidente de Alcan, declaró al diario Le Monde que su grupo conoce ahora mucho mejor "el modo de razonamiento de la Comisión Europea" y cree estar en condiciones de proponerles "soluciones adaptadas y aceptables para todos", que no precisó. Ayer, fuentes de la Competencia anunciaron que analizarían la operación.

El origen de Pechiney se remonta al año 1855. La reconstrucción de Francia tras la Segunda Guerra Mundial le permitió ampliar sus actividades originales de fabricación de aluminio a los sectores químico y de transformación de metales, convirtiéndose en uno de los principales conglomerados industriales durante los años setenta.

Nacionalizado por el Gobierno del socialista Mitterrand en los ochenta, y privatizado por la derecha en 1995, ha vuelto a centrarse en el aluminio y ha intentado desprenderse de sus fábricas más antiguas, en una reestructuración forzada por sus pérdidas considerables (50 millones de euros en 2002), que afectará a parte de los 34.000 trabajadores repartidos en 57 fábricas. En España, donde estuvo en Hidro Nitro, cuenta con Imc/Eyelet y Polibol España, en Barcelona y Zaragoza. Dispone también de numerosas oficinas de representación. Actualmente provee a los constructores aeronáuticos Airbus y Boeing, además de a fabricantes de automóviles.

El grupo canadiense sostiene que su oferta es la mejor salida para los dos. Asegura que el plan no irá más lejos de lo que ya proyectaba Pechiney y promete instalar en Francia la dirección de las actividades aeroespaciales y de embalaje, así como la de producción de aluminio primario para Europa.

Un competidor directo de Alcoa

Los datos ofrecidos por la canadiense Alcan para la valoración de analistas y grandes inversores colocan a la compañía resultante de la fusión (Alcan y Pechiney) en el segundo puesto, tanto por producción como por transformación de aluminio.

Actualmente, Alcoa lidera el ranking mundial, muy por delante de sus competidores; pero, si la oferta presentada ayer llega a buen término, tendrá un duro competidor, sobre todo en la transformación de aluminio. Alcoa transforma anualmente 3,49 millones de toneladas, y la compañía resultante le pisaría los talones con 3,23 millones de toneladas.

En producción, Alcoa mantendrá de lejos su liderazgo, con 12,1 millones de toneladas por 6,42 de la sociedad resultante de la fusión. Unas cifras que a buen seguro provocarán otros movimientos en el sector del aluminio, siempre que las correspondientes autoridades de competencia lo permitan.

También será importante el salto en su balance. La facturación de la nueva sociedad ascenderá a 25.580 millones de euros, con un Ebidta (resultado bruto de explotación) de 2.832 millones.

En este sentido, Pechiney aporta menos al grupo en relación con su tamaño. El Ebitda de Alcan se elevó a 2.049 millones de euros, frente a los 783 de Pechiney.

El grupo resultante dará trabajo a 88.000 personas, con 322 factorías distribuidas por 50 países de los cinco continentes. El grueso del nuevo grupo se concentra, no obstante, en Europa, con 47.000 empleados y 185 fábricas.

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