"El policía no quería matar a mi hija, pero le ha tocado a ella"

Se iba un mes y medio a Guinea Ecuatorial y su viaje no llegó a los dos días. Ana Isabel Torralba, de 22 años, salió el lunes pasado desde el aeropuerto de Barajas (Madrid) con destino a Malabo junto a dos compañeras de viaje, María y Susana. Iban a pasar el verano en las misiones que tiene en aquel país la Familia Calasancia. Seglar, con fuertes convicciones religiosas, Ana Isabel llevaba un año preparándose para el que sería su primer viaje fuera de España para enseñar a niños guineanos, a los que les había comprado algunos cuadernos y lapiceros. Antes había trabajado ayudando a niños con sí...

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Se iba un mes y medio a Guinea Ecuatorial y su viaje no llegó a los dos días. Ana Isabel Torralba, de 22 años, salió el lunes pasado desde el aeropuerto de Barajas (Madrid) con destino a Malabo junto a dos compañeras de viaje, María y Susana. Iban a pasar el verano en las misiones que tiene en aquel país la Familia Calasancia. Seglar, con fuertes convicciones religiosas, Ana Isabel llevaba un año preparándose para el que sería su primer viaje fuera de España para enseñar a niños guineanos, a los que les había comprado algunos cuadernos y lapiceros. Antes había trabajado ayudando a niños con síndrome de Down y a jóvenes con problemas de drogas.

La cooperante española acababa de terminar sus estudios de Trabajo Social en la Universidad Complutense de Madrid y compartía un piso en el barrio de Aluche. Todos los fines de semana volvía a su pueblo, Ocaña (Toledo), donde sus amigos y vecinos la recuerdan como "una chica muy alegre y comprometida". Su madre, Ana Isabel, decía ayer a la agencia Efe, después de conocer lo ocurrido: "Lo más importante es la voluntad de Dios. Era su momento. El policía no quería matar a mi hija pero le ha tocado a ella como le podía haber tocado a otra persona".

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Su familia no pensaba ayer en solicitar la apertura de alguna investigación paralela a la que ya están realizando las autoridades ecuatorianas. Según un tío de la fallecida, Ismael Torralba, la familia sólo tiene ahora una cosa en mente: "Lo que queremos es traer a mi sobrina, enterrarla, y luego ya veremos, pero es algo que ya no nos importa mucho" .

"Sabía adónde iba"

La hermana escolapia Dolores Rus, que se había encargado de la formación de Ana Isabel y de las otras dos compañeras que viajaron con ella a Guinea, recordaba la ilusión con la que habían preparado el viaje. "Sabía adónde iba, y unos días antes me decía: si tiene que pasar algo, Dios dirá. Era alegre, abierta y con una ilusión que desbordaba".

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La familia de la joven participó ayer en una misa funeral oficiada en el salón parroquial de Ocaña. Hoy está previsto que la joven sea enterrada en la citada localidad, según declaró el alcalde, Juan Carlos Martínez. El Ayuntamiento ha decretado dos días de luto oficial en homenaje a "una joven llena de vida que ha muerto intentando ayudar a los demás".

El Gobierno de Castilla-la Mancha ha expresado su consternación y pesar por la trágica muerte de la joven en un comunicado. También el Consejero de Bienestar Social, Tomás Mañas, ha expresado su pésame a los padres de la joven cooperante.

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