Kelme roza la quiebra técnica, según un informe pericial

Kelme está al borde de la "quiebra técnica", según un informe pericial elaborado a requerimiento del Juzgado de lo Social de Elche en el curso de un juicio por despido. Kelme, que comercializa calzado y prendas deportivas, acumula pérdidas de 32 millones de euros a raíz de una serie de inversiones fallidas y sufre una "absoluta" falta de liquidez desde hace cuatro años, según el informe pericial. "Hoy por hoy, la situación de Kelme roza la quiebra técnica y la operatividad de la entidad se debe a la voluntad de las entidades bancarias; si ejecutan sus créditos sólo quedará cerrar las puertas",...

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Kelme está al borde de la "quiebra técnica", según un informe pericial elaborado a requerimiento del Juzgado de lo Social de Elche en el curso de un juicio por despido. Kelme, que comercializa calzado y prendas deportivas, acumula pérdidas de 32 millones de euros a raíz de una serie de inversiones fallidas y sufre una "absoluta" falta de liquidez desde hace cuatro años, según el informe pericial. "Hoy por hoy, la situación de Kelme roza la quiebra técnica y la operatividad de la entidad se debe a la voluntad de las entidades bancarias; si ejecutan sus créditos sólo quedará cerrar las puertas", concluye el perito.

El fondo de maniobra de Kelme arroja un saldo negativo de tres millones de euros, y los fondos propios, otros 22 millones, también en números rojos. El perito atribuye la situación a la caída de ventas desde 1999 y a ciertas "inversiones en Rusia, Bielorrusia y la filial de Brasil", que, según apunta el informe, "no se han realizado conforme a la teoría financiera básica".

Javier Vázquez-Dodero, que se incorporó a Kelme como consejero delegado hace un año, confirmó la delicada situación de la empresa, que atribuyó a la compra de una sede social por nueve millones de euros e inversiones fallidas por un total de 18 millones en sociedades filiales y nuevas factorías en Rusia.

Kelme se encuentra a la deriva desde 1999. La facturación ha caído un 25% desde entonces, y las exportaciones, un 60%. El grupo pasó de facturar 55 millones de euros en 1999 a 38 millones en 2002, según confirmó Vázquez-Dodero. En 2002, la Generalitat valenciana avaló un crédito de nueve millones de euros para reflotar la empresa, cuyo grueso fue consumido por los acreedores.

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