El síndico de cuentas se niega a explicar en el Parlament el retraso en la entrega de informes

CiU y PSC bloquean la renovación del organismo fiscalizador hasta después de las elecciones

El síndico mayor, Marià Nicolàs, dio ayer nuevas muestras en el Parlament de su carácter hosco. Nicolàs se negó a explicar por qué la Sindicatura está incumpliendo su propio calendario en la entrega de seis informes a la Cámara catalana. Pese a los constantes requerimientos de socialistas y populares, Nicolàs consumió apenas dos minutos en su explicación y lo hizo para eludir cualquier responsabilidad y compromiso. Nicolàs y otros tres síndicos continuarán ocupando su plaza aunque hoy vence su mandato de seis años, ya que CiU y el PSC se negaron ayer a sustituirles hasta la próxima legislatura...

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El síndico mayor, Marià Nicolàs, dio ayer nuevas muestras en el Parlament de su carácter hosco. Nicolàs se negó a explicar por qué la Sindicatura está incumpliendo su propio calendario en la entrega de seis informes a la Cámara catalana. Pese a los constantes requerimientos de socialistas y populares, Nicolàs consumió apenas dos minutos en su explicación y lo hizo para eludir cualquier responsabilidad y compromiso. Nicolàs y otros tres síndicos continuarán ocupando su plaza aunque hoy vence su mandato de seis años, ya que CiU y el PSC se negaron ayer a sustituirles hasta la próxima legislatura.

Los síndicos se comprometieron en enero ante el presidente del Parlament, Joan Rigol, a terminar durante esta legislatura un total de 10 informes fiscalizadores. Era un pacto que, en principio, debía resolver la crisis interna que la Sindicatura de Cuentas arrastraba desde hacía dos años. Pero el acuerdo se ha demostrado inútil. A finales de marzo debían entregarse al Parlament los informes de Prohalsa -una empresa vinculada al Ayuntamiento de Barcelona- y el que investiga los fondos de formación ocupacional de una patronal del Baix Llobregat. Dos meses después de cumplirse el plazo, el de Prohalsa está en periodo de alegaciones y sobre el del Baix Llobregat, responsabilidad de Nicolàs, nada se sabe.

Nicolàs explicó ayer ante la comisión parlamentaria de la Sindicatura que el mes pasado remitió una carta a Rigol en la que le explicaba las razones de este retraso. Pero eludió desvelarlas. Este mes de junio termina también el plazo de la sindicatura para librar al Parlament otros cuatro informes: dos ampliatorios del denominado caso Pallerols, uno de los contratos otorgados por las administraciones públicas catalanas a las empresas Europraxis e Indra -vinculadas a Josep Pujol Ferrusola, hijo del presidente de la Generalitat- y otro sobre los créditos concedidos por el Instituto Catalán de Finanzas.

¿Qué hay de estos informes? se le preguntó repetidamente al síndico mayor. Nicolàs, como es habitual, fue parco en palabras. Su explicación fue la siguiente: cada síndico tiene independencia para fijar su propio ritmo a sus trabajos; el segundo semestre todavía no ha finalizado y todos los departamentos de la Sindicatura están trabajando para intentar entregar los informes. "No les puedo dar ninguna garantía de si esto se retrasará o no, a pesar de que nuestra intención es cumplir [los plazos]", sentenció Nicolàs.

El parlamentario del PP Josep María Fabregat fue explícito al describir la actuación del síndico: "Gran espectáculo. Patético". Pese a que este asunto no estaba incluido en el orden del día de ayer, la oposición de izquierdas y el PP forzaron la ampliación del orden del día, pese a la negativa del CiU.Marià Nicolàs y Xavier Vela, síndicos propuestos por CiU, Manel Barrado, por el PP, y Josep Maria Carreras, por los socialistas, agotan su mandato de seis años hoy mismo. Pese a ello, CiU y el PSC bloquearon ayer en la junta de portavoces del Parlament que el pleno de la próxima semana designe a los sustitutos. Ambas formaciones quieren iniciar este proceso después de las elecciones autonómicas de otoño, cuando haya una nueva composición de la Cámara. La decisión tendrá sus consecuencias: el polémico Nicolàs seguirá como síndico mayor hasta, al menos, enero de 2004.

A raíz de esta solución, el presidente del grupo parlamentario del PP, Alberto Fernández Díaz, denunció ayer un acuerdo entre los nacionalistas y el PSC para promover una "renovación tácita" de estos cuatro síndicos. Ello, aseguró, equivale a "premiarles con un año de prórroga en el cargo" cuando, en su opinión, estos síndicos son en parte responsables de los "inaceptables incumplimientos" de la sindicatura en la entrega de diversos informes de fiscalización.

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Fernández Díaz cree que este acuerdo entre el PSC y CiU sólo se explica por el hecho de que los informes en marcha afectan a ambos partidos. "Es un pacto en la sombra para taparse las vergüenzas", denunció.

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