EL FUTURO DE LAS INSTITUCIONES MADRILEÑAS

Gallardón gobernará meses la Comunidad, sin poder aprobar leyes, si se convocan elecciones

El alcalde electo y parte de su equipo gestionarán el Ejecutivo regional desde el Ayuntamiento

Alberto Ruiz-Gallardón será elegido mañana, previsiblemente, alcalde de Madrid. Pero, además, deberá seguir como presidente regional en funciones durante al menos cuatro meses si la crisis desatada en el Parlamento madrileño desemboca en una nueva convocatoria de elecciones. Así, Ruiz-Gallardón y buena parte de su equipo municipal, en el que hay seis consejeros y varios altos cargos de su Gobierno, tendrían que gestionar el día a día de la Comunidad desde el Ayuntamiento de la capital. Con dos únicas limitaciones: no podrían aprobar proyectos de ley ni elaborar presupuestos. Probablemente, el ...

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Alberto Ruiz-Gallardón será elegido mañana, previsiblemente, alcalde de Madrid. Pero, además, deberá seguir como presidente regional en funciones durante al menos cuatro meses si la crisis desatada en el Parlamento madrileño desemboca en una nueva convocatoria de elecciones. Así, Ruiz-Gallardón y buena parte de su equipo municipal, en el que hay seis consejeros y varios altos cargos de su Gobierno, tendrían que gestionar el día a día de la Comunidad desde el Ayuntamiento de la capital. Con dos únicas limitaciones: no podrían aprobar proyectos de ley ni elaborar presupuestos. Probablemente, el nuevo Ejecutivo salido de esos hipotéticos comicios tendría que trabajar los primeros meses de 2004 con las cuentas prorrogadas de 2003.

El actual Gobierno regional en funciones tiene 11 consejeros: seis de ellos -Manuel Cobo (Presidencia), Juan Bravo (Hacienda), Pilar Martínez (Servicios Sociales), Alicia Moreno (Artes), Pedro Calvo (Medio Ambiente) y Paz González (Justicia)- se sumaron a la aventura municipal de Ruiz-Gallardón, y han sido elegidos concejales; otros tres -Luis Eduardo Cortés (Obras Públicas, Urbanismo y Transportes), Luis Peral (Trabajo) y José Ignacio Echániz (Sanidad)- se quedaron en la Asamblea, integrados en la candidatura de Esperanza Aguirre. Todos ellos tendrán que seguir ejerciendo su labor gubernamental, compatibilizándola ahora con la del ejecutivo municipal (los seis primeros) o la del grupo parlamentario (los tres segundos). "Seguirán siendo consejeros, aunque con un perfil muy bajo: su trabajo se limitará a gestionar el día a día: firmar las nóminas, autorizar gastos y subvenciones ya comprometidos, continuar las más de 100 obras públicas que están en marcha... Y, por supuesto, garantizar el mantenimiento de los servicios públicos: los hospitales y las residencias de ancianos siguen funcionando, el curso escolar empieza el 15 de septiembre y los niños tienen que matricularse, la gente sigue concursando a empleos públicos... La Administración no puede paralizarse", explica un miembro del equipo de Ruiz-Gallardón. Y añade: "Legalmente, también podríamos, por ejemplo, adjudicar obras multimillonarias, pero está claro que, por sentido común y por ética política, no lo vamos a hacer. Eso comprometería al futuro Gobierno". La paradoja es que este Ejecutivo en funciones trabajará físicamente desde el Ayuntamiento, porque, al tiempo que vela por el funcionamiento de la Administración regional, tiene que familiarizarse con la maquinaria municipal e iniciar algunos de los proyectos emblemáticos anunciados por Ruiz-Gallardón en campaña electoral. "Estaremos comunicados permanentemente por teléfono con las consejerías, y también pasaremos por allí a la hora de comer, o alguna tarde, o al terminar la jornada en el Ayuntamiento... Todo será igual, salvo que en lugar de salir a las ocho de la tarde tendremos que salir a las once de la noche", afirma con resignación uno de los consejeros-concejales. Más trabajo, pero un solo sueldo. A partir de mañana, todos los consejeros, y el propio presidente, causarán baja en la Comunidad a efectos de nómina, y pasarán a cobrar su sueldo como concejales electos. En principio, Ruiz-Gallardón seguirá compareciendo cada jueves ante los medios de comunicación, como presidente de la Comunidad, tras la reunión del Consejo de Gobierno, aunque, según fuentes del Ejecutivo, "eso no es obligatorio". Pero, en cualquier caso, los consejos se limitarán a tratar "cuestiones de puro trámite, porque no habrá ningún proyecto de inversión nuevo".

Presupuestos

Una de las dos limitaciones que la ley impone a los Gobiernos en funciones es que no pueden aprobar presupuestos. Pero, para cuando un hipotético nuevo Gobierno tome posesión en la Comunidad, probablemente a finales de noviembre, ya no habrá tiempo para elaborar las cuentas de 2004 y someterlas a votación a la Asamblea. "Lo más probable es que tengamos que decretar una prórroga de los presupuestos de este año", apunta un miembro del Ejecutivo regional.

¿Y hasta cuándo trabajaría ese nuevo Gobierno con unos presupuestos ajenos? "Hasta que se resolviese la situación. No sería la primera vez que ocurre. Pasó en los últimos años de presidencia de Joaquín Leguina, cuando el PSOE gobernaba con el apoyo de IU: a veces tardaban tanto en ponerse de acuerdo en los presupuestos que tenían que prorrogar los anteriores y aprobar los nuevos en marzo o abril del año siguiente. Ahora sería algo parecido", explica.

El hecho de que el Ejecutivo en funciones vaya a tener una vida bastante más larga de lo que es habitual en un proceso de transición entre gobiernos acarrea otros problemas. Cargos medios de la Administración regional habían empezado ya a reubicarse en el Ayuntamiento o a buscar trabajo en el sector privado. ¿Habría que pedir a estas personas que se queden cuatro meses más en sus puestos? "Eso se verá caso por caso. Para cubrir algunos cargos será necesario nombrar suplentes. Otros dejarán de ser necesarios, porque la gestión va a ser de puro trámite", insiste un colaborador del alcalde electo.

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¿Y los planes municipales de Ruiz-Gallardón? ¿Tendrá que retrasar los plazos de tantas grandes obras prometidas? "¡Ah, eso seguro que no! De ninguna manera".

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