La dirección de ICV trata de frenar el pacto con Convergència en Cerdanyola

Al menos una veintena de llamadas se realizaron ayer por la tarde desde la sede de la dirección de Iniciativa per Catalunya (ICV), en la calle de Ciutat. El destinatario era el candidato de ICV-EUiA a la alcaldía de Cerdanyola del Vallès, Toni Morral. El objetivo, frenar el acuerdo inminente entre los ecosocialistas, Esquerra Republicana y CiU para quitarle la alcaldía al PSC. En la sede socialista de la calle de Nicaragua los ánimos estaban más que caldeados. "Si nos hacen perder Cerdanyola, que se preparen", se decía.

Y es que Morral tenía claro desde la noche de las elecciones munici...

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Al menos una veintena de llamadas se realizaron ayer por la tarde desde la sede de la dirección de Iniciativa per Catalunya (ICV), en la calle de Ciutat. El destinatario era el candidato de ICV-EUiA a la alcaldía de Cerdanyola del Vallès, Toni Morral. El objetivo, frenar el acuerdo inminente entre los ecosocialistas, Esquerra Republicana y CiU para quitarle la alcaldía al PSC. En la sede socialista de la calle de Nicaragua los ánimos estaban más que caldeados. "Si nos hacen perder Cerdanyola, que se preparen", se decía.

Y es que Morral tenía claro desde la noche de las elecciones municipales que haría lo imposible para que la alcaldía de esta población fuera para la coalición que él encabeza. La diferencia entre el PSC e ICV fue mínima, ocho concejales frente a siete. "Lo tenemos muy claro y la disciplina tiene un límite", repetía Morral, que no quiere pactar con el PSC. Consol Pla, la candidata de CiU, asegura que "los ciudadanos han pedido un cambio de gobierno y de estilo de gobernar".

El escollo más importante para formar gobierno es el Centre Direccional. Los ecosocialistas se han opuesto desde siempre a la construcción de más de 2.600 viviendas y la ampliación del Parque Tecnológico del Vallès. El nuevo barrio de Cerdanyola, que ocuparía una zona hasta ahora verde, ya cuenta con el visto bueno de la Generalitat. Pero la candidata de CiU está "abierta a hablar de todo". De momento, ICV, ERC y CiU se reunirán el próximo viernes para ver si pueden salvar estos escollos.

- Móra d'Ebre. Progrés per Móra y Esquerra Republicana rubricaron ayer el pacto de gobierno municipal. El acuerdo se alcanzó pese a los esfuerzos realizados por el convergente Santiago Campos para mantener la alcaldía, que ocupa desde 1987. Después de los resultados del 25-M, que llevaron a CiU a perder la mayoría absoluta, Campos propuso un gobierno tripartito, presidido por él, e incluso llegó a ofrecer la alcaldía a los republicanos. De nada le han servido estos intentos, y tampoco que CiU fuera la lista más votada. Josep Solé, el nuevo alcalde, apuntó su voluntad de no gestionar el municipio "con una alcaldía personalista ni teniendo el gobierno en un puño".

- Gandesa. En la capital de la Terra Alta, el Partit d'Independents per l'Ebre, que ya gobernaba en el anterior mandato, cerró ayer un pacto con el único concejal del Partido Popular. La formación, conocida por su oposición al trasvase del Ebro, gobernaba en la anterior legislatura con el resto de las formaciones políticas a excepción de CiU. El alcalde en funciones, Miquel Aubà, justificó la alianza afirmando que "a nivel municipal no importan los partidos, sino la alianza". En principio, CiU y Esquerra se quedarán en la oposición.

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