Proyecto Hombre promueve planes para presos drogadictos fuera de las cárceles

El presidente de la Asociación Proyecto Hombre, Albert Savatés, insistió ayer en la necesidad de que los reclusos acogidos a programas de desintoxicación sean tratados fuera de la cárcel. Estas actuaciones exteriores no responden a criterios establecidos sino a la flexibilidad de los directivos de las diferentes cárceles. La experiencia de tratamiento inicial de reclusos en el exterior que se realiza la prisión de Herrera (Ciudad Real) anima a la asociación a trasladar el modelo a otras cárceles españolas. En la prisión manchega, hace ya año y medio que grupos de reclusos acuden a terapia fuer...

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El presidente de la Asociación Proyecto Hombre, Albert Savatés, insistió ayer en la necesidad de que los reclusos acogidos a programas de desintoxicación sean tratados fuera de la cárcel. Estas actuaciones exteriores no responden a criterios establecidos sino a la flexibilidad de los directivos de las diferentes cárceles. La experiencia de tratamiento inicial de reclusos en el exterior que se realiza la prisión de Herrera (Ciudad Real) anima a la asociación a trasladar el modelo a otras cárceles españolas. En la prisión manchega, hace ya año y medio que grupos de reclusos acuden a terapia fuera de la cárcel, donde regresan por la noche.

Los responsables de los 26 centros con que esta asociación de ayuda a drogodependientes cuenta en el país estudiarán esta semana en Córdoba las ventajas e inconvenientes de este modelo. La efectividad aún está por determinar al tratarse de experiencias piloto, aunque lo que sí tiene claro la organización es que los costes de los tratamientos externos son menores. Se trata de una medida que reclaman jueces y fiscales, que en 2002 derivaron a 600 condenados a cumplir sus penas bajo la tutela de Proyecto Hombre en lugar de enviarlos a la cárcel.

El temor a la fuga es uno de los inconvenientes, aunque en el tiempo que lleva implantado el sistema no se ha fugado ningún recluso, según la organización de ayuda a toxicómanos. La asociación considera que unos 32.200 de los 46.000 reclusos de las 46 cárceles españolas tienen problemas de drogas. El Observatorio Europeo de la Droga rebaja la cifra a unas 24.000 personas.

De las 1.500 personas que Proyecto Hombre atiende en Andalucía, 500 son reclusos. En Córdoba, hace año y medio que la prisión provincial acoge un programa intermedio entre el desplazamiento de terapeutas a las cárceles y el tratamiento externo. Se trata de dos módulos en los que 90 reclusos permanecen aislados del resto de internos, con los que mantiene comunicación puntual.

El responsable andaluz de Proyecto Hombre, Luis Bononato, dijo que es "el momento" de coordinar los programas preventivos de las distintas administraciones. El panorama actual, según la asociación, refleja un estancamiento de la adicción a la heroína, mientras que crece el perfil del hombre de unos 30 años socialmente integrado que opta por la cocaína. Proyecto Hombre alertó del aumento en la adicción al hachís, que centra el 50% de la demanda de los usuarios, la iniciación cada vez más temprana de la adolescencia o el aumento femenino en el consumo de drogas.

El problema de la droga ha bajado en los últimos años en la escala de preocupaciones de los ciudadanos españoles. No obstante, Bononato incidió en la prevención y achacó los niveles de consumo, entre otros factores, a una "educación desde la libertad y no desde una educación desde la libertad y la responsabilidad".

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