Chus Lago: "Desde que escalé el Everest, llevo ordenador"

Chus Lago cambió de vida tecnológica desde que se encumbró en el Everest. Desde entonces, esta viguesa de 38 años escala siempre con un ordenador a mano.

La alpinista gallega se convirtió en 1999 en la primera española en coronar el Everest sin ayuda del oxígeno. La hazaña le permitió en sus siguientes expediciones unos patrocinios más generosos y el acceso a las nuevas tecnologías. El ordenador pasó a formar parte del equipaje de expedición. El planteamiento de sus ascensiones al Himalaya y al Cáucaso cambió totalmente con Internet y las cámaras digitales. De ello se encargó la revista...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Chus Lago cambió de vida tecnológica desde que se encumbró en el Everest. Desde entonces, esta viguesa de 38 años escala siempre con un ordenador a mano.

La alpinista gallega se convirtió en 1999 en la primera española en coronar el Everest sin ayuda del oxígeno. La hazaña le permitió en sus siguientes expediciones unos patrocinios más generosos y el acceso a las nuevas tecnologías. El ordenador pasó a formar parte del equipaje de expedición. El planteamiento de sus ascensiones al Himalaya y al Cáucaso cambió totalmente con Internet y las cámaras digitales. De ello se encargó la revista digital Barrabes.

"Mi primer contacto con el ordenador fue para hacer el libro sobre Mi Everest", comenta Chus Lago. "Fue una experiencia preciosa, increíble. Sentarme frente a la pantalla blanca de un ordenador como quien camina sobre una montaña virgen y llenarla de huellas, revivir tu historia, meditar, recortar sensaciones...".

Más información

Desde su entrada en las nuevas tecnologías, Chus ha tratado, sin embargo, de poner unos límites. "La comunicación por satélite debe de ser un complemento de tu aventura y no una carga que te impida realizar el proyecto".

En sus últimas ascensiones de alta dificultad al Khan Tengri (6.995 metros) y al Poveda (7.439), situados en el Cáucaso, Chus Lago no se ha separado del ordenador, del teléfono móvil y de la pequeña antena de transmisión con el satélite. Sus crónicas y fotografías son enviadas desde el campo base de la montaña a Barrabes.com.

"Ahora hay que hacer también de periodista", cuenta Chus. "Y esto, a veces, es duro, porque hay que mandar la información de la jornada cuando llegas cansada al campo base". Y pone un ejemplo de su pluriempleo. "En el Poveda me quedé ciega durante tres días. Tras conseguir llegar al campo uno y recuperar la vista, bajé al base. Quería meterme en el saco, pero debía comunicarme vía Internet. Fue terrible enchufarme al ordenador para comentar lo sucedido. Estaba rota; pero los patrocinadores te agradecen el esfuerzo y siguen confiando en ti".

Chus Lago, en su casa de Vigo.

Archivado En