La plantilla de Puigneró recibe con escepticismo la oferta de crear una SAL

El Gobierno catalán invertirá tres millones de euros sólo si los empleados "arriesgan"

"Ya nos han robado bastante, no voy a arriesgar ni un duro más", "que me paguen lo que me deben y adiós". Así respondieron algunos de los trabajadores de Puigneró a la salida de la reunión informativa convocada por los sindicatos para explicar la viabilidad de una sociedad anónima laboral (SAL). El Gobierno catalán está dispuesto a invertir tres millones de euros en ella, pero sólo si los empleados estan muy convencidos y no les importa arriesgar.

Escepticismo a las puertas del Casal de Sant Bartomeu del Grau (Osona) mientras dentro los sindicatos evitaban pronunciarse sobre las posibil...

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"Ya nos han robado bastante, no voy a arriesgar ni un duro más", "que me paguen lo que me deben y adiós". Así respondieron algunos de los trabajadores de Puigneró a la salida de la reunión informativa convocada por los sindicatos para explicar la viabilidad de una sociedad anónima laboral (SAL). El Gobierno catalán está dispuesto a invertir tres millones de euros en ella, pero sólo si los empleados estan muy convencidos y no les importa arriesgar.

Escepticismo a las puertas del Casal de Sant Bartomeu del Grau (Osona) mientras dentro los sindicatos evitaban pronunciarse sobre las posibilidades de que la propuesta salga adelante. "Es un gran esfuerzo porque se nos debe mucho dinero", explicaba el presidente del comité de empresa, Primitivo Cerezo, "pero aunque el ambiente ha sido tenso, ha habido muchas preguntas y la gente parecía interesada".

Los trabajadores tienen una semana de plazo para comunicar su interés al comité de empresa. Para hacer realidad la SAL se necesitan entre 200 y 250 trabajadores y un capital de seis millones de euros. Los empleados tendrían que capitalizar su prestación por desempleo, unos 12.000 euros, para invertirla en la nueva empresa. En total, cerca de tres millones de euros. La otra mitad del dinero tendría que ser aportada por otro socio, que los sindicatos esperan que sea el Gobierno catalán. En este sentido, el consejero de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo, Antoni Fernández Teixidó, se mostró ayer dispuesto a participar en el proyecto aportando los tres millones que faltan sólo si ve "que los trabajadores están muy convencidos y no les importa arriesgar". La fórmula que utilizaría la Generalitat consistiría en "entrar como si fuera una sociedad de capital riesgo y salir a los dos años".

Por otro lado, los sindicatos confirmaron ayer que el viernes se presentará en un juzgado de Vic el expediente de extinción de los 495 contratos y aseguraron que todas las partes están de acuerdo en tramitarlo con la mayor celeridad posible. Mientras, los trabajadores de Puigneró siguen realizando su trabajo: algunos aseguran que ahora hay más que nunca.

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