GUIÑOS

La Naval de Sestao

La Ría de Bilbao siempre ha acogido astilleros para la construcción de navíos. En la actualidad, muchos de ellos han desaparecido. El Euskalduna, con un pasado de gloria, ha cedido su nombre a un palacio de congresos y su terreno, a un museo naval que pronto abrirá las puertas al público. El más importante de los que sigue en activo es Izar, ubicado en la vega de Sestao, que recientemente ha publicado un libro de fotografías titulado escuetamente Naval.

Sus páginas guardan una historia gráfica que parte de 1917 y llega a nuestros días. En ella no sólo encontramos motivos empresar...

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La Ría de Bilbao siempre ha acogido astilleros para la construcción de navíos. En la actualidad, muchos de ellos han desaparecido. El Euskalduna, con un pasado de gloria, ha cedido su nombre a un palacio de congresos y su terreno, a un museo naval que pronto abrirá las puertas al público. El más importante de los que sigue en activo es Izar, ubicado en la vega de Sestao, que recientemente ha publicado un libro de fotografías titulado escuetamente Naval.

Sus páginas guardan una historia gráfica que parte de 1917 y llega a nuestros días. En ella no sólo encontramos motivos empresariales, talleres y máquinas; se ven aspectos de una forma de vida en torno al trabajo que ha sido seña de identidad de un pueblo como Sestao. El libro ordena el relato por criterios cronológicos. Abre el recorrido la botadura del carguero Conde de Zubiría para Altos Hornos de Vizcaya, en 1917, precedido de una foto del grupo de maestros de taller e ingenieros al frente del astillero. Lo cierra la draga Juan Sebastián Elcano, botada en abril de 2002 y que lleva el mismo nombre de otro buque de carga y pasaje construido en el astillero en 1926.

La publicación mantiene una calidad fotográfica con altos y bajos. La calidad de unas imágenes con respecto a otras, considerando sencillamente su grado de definición y abstrayéndonos de sus cualidades compositivas, desvela la necesidad de una edición más selecta. No obstante, si nos fijamos exclusivamente en su valor documental, debemos aceptarla tal cual llega.

Para la foto, las botaduras se convierten en todo un acontecimiento. Acuden a ellas no sólo empresario y autoridades, sino también los trabajadores, sus mujeres e incluso los niños. Entre los asistentes más notables encontramos, escalonados en el tiempo, a Alfonso XIII, al príncipe Juan Carlos, Ramón Rubial o a los lehendakaris José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe. Otras escenas muestran torneros, delineantes, caldereros, ajustadores en plena labor. También se encuentran imágenes de los alumnos de la escuela de aprendices, del equipo de fútbol que llevaba el nombre del astillero o del orfeón de la fábrica.

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