Decenas de miles de marroquíes marchan en Casablanca contra el terrorismo

Los organizadores excluyen de la manifestación a los dos grandes movimientos islamistas

"¡Islam, religión de tolerancia!". "¡El terrorismo es el enemigo de Dios!". Coreando estos eslóganes o con pancartas y banderas de Marruecos, decenas de miles de marroquíes -dos millones, según los organizadores- recorrieron ayer el centro de Casablanca para expresar su repulsa del terrorismo que golpeó la ciudad hace diez días. Los cinco atentados, provocados por 14 terroristas suicidas integristas, causaron 43 víctimas mortales, la mayoría de ellas en la Casa de España, donde murieron cuatro españoles.

El cortejo, que arrancó delante del hotel Farah, cuyo vestíbulo volaron los terrori...

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"¡Islam, religión de tolerancia!". "¡El terrorismo es el enemigo de Dios!". Coreando estos eslóganes o con pancartas y banderas de Marruecos, decenas de miles de marroquíes -dos millones, según los organizadores- recorrieron ayer el centro de Casablanca para expresar su repulsa del terrorismo que golpeó la ciudad hace diez días. Los cinco atentados, provocados por 14 terroristas suicidas integristas, causaron 43 víctimas mortales, la mayoría de ellas en la Casa de España, donde murieron cuatro españoles.

El cortejo, que arrancó delante del hotel Farah, cuyo vestíbulo volaron los terroristas, estaba encabezado por el primer ministro marroquí, el tecnócrata Driss Jettu, y su predecesor, Abderramán Yussufi, líder del Partido Socialista. La manifestación había sido convocada por los partidos de la mayoría gubernamental, aunque también contó con el apoyo de un puñado de ONG.

Por primera vez desde los tiempos de Mohamed V, el abuelo del actual rey de Marruecos, un nutrido grupo de judíos marroquíes se había echado a la calle detrás de una banderola en la que se podía leer: "Judíos y árabes, mismo combate". Varias decenas de españoles residentes en Casablanca se sumaron también al cortejo detrás de una pancarta en la que habían escrito "por la paz" en árabe y español.

Los islamistas, en cambio, no pudieron unirse al desfile pese a haber condenado los atentados. El Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), la principal fuerza de oposición parlamentaria, fue excluida de la convocatoria de la manifestación. Aun así, pidió a sus militantes que participasen en ella a título individual, pero, el sábado, sus dirigentes fueron advertidos de que no acudiesen al acto porque, entre otras razones, las fuerzas de orden no podían garantizar su seguridad. En una concentración en Rabat, sus adversarios políticos les tiraron tomates la semana pasada.

Justicia y Caridad, la otra gran corriente islamista, también quería estar presente en la manifestación de ayer. Este movimiento, que encabeza el jeque Yassin, no está legalizado, pero suele ser tolerado. "Nuestros hermanos han sido detenidos en los controles policiales cercanos a la manifestación y se les ha ordenado que regresen a sus casas", se lamentaba Nadia Yassin, la hija del jeque.

Fractura social

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Algunos islamistas residentes en el centro lograron incorporarse al cortejo, pero fueron expulsados por los manifestantes o por la policía. Los islamistas son, a veces, reconocibles por sus barbas y sus mujeres suelen ir muy tapadas. "¡El PJD es una organización terrorista!", gritaba un grupo de jóvenes para justificar su exclusión. La ausencia de los islamistas ha restado fuerzas al desfile porque poseen una gran capacidad de movilización. En la primavera del año 2000 congregaron a un millón de personas en Casablanca para oponerse a una mejora del estatuto de la mujer.

"No es verdad que las formaciones islamistas estén contra la violencia", afirmó ayer Nurdin Ayuch, coordinador de un colectivo, Democracia y Modernidad, que apeló a manifestarse. "Con sus prédicas xenófobas, con sus prácticas intolerantes dan una cobertura moral a los que optan por la violencia. Por eso no debían estar aquí", afirmó.

"Hasta ahora, en Marruecos, los islamistas estaban en cierta medida integrados en el espacio político y esto era un éxito", señala Abubakr Jamai, director del semanario independiente Le Journal. "Ahora, como se ha visto en la manifestación, emerge una tendencia dispuesta a excluirles provocando así una fractura social". "Pero estas formaciones islamistas tienen numerosos seguidores. ¿A dónde van a ir? Vamos a dar un salto hacia lo desconocido", añade Jamai.

Decenas de miles de marroquíes tomaron ayer las calles de Casablanca para manifestarse contra el terrorismo.AFP

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