Análisis:COYUNTURA INTERNACIONAL

Riesgo de deflación

La economía mundial se enfrenta a un nuevo riesgo, la deflación. Aunque se señala como un riesgo mínimo, sí parece asignársele cierta probabilidad cuando distintos organismos han hecho una mención explícita sobre el tema. El BCE ha destacado su compromiso de "contar con un margen de seguridad suficiente... contra los riesgos de deflación". El FMI acaba de publicar un documento donde se cuantifica el riesgo de deflación. Pero quizás la pieza clave hay que buscarla en EE UU, tras las recientes declaraciones del presidente de la Reserva Federal. La Fed ha destacado que, en los próximos meses, el ...

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La economía mundial se enfrenta a un nuevo riesgo, la deflación. Aunque se señala como un riesgo mínimo, sí parece asignársele cierta probabilidad cuando distintos organismos han hecho una mención explícita sobre el tema. El BCE ha destacado su compromiso de "contar con un margen de seguridad suficiente... contra los riesgos de deflación". El FMI acaba de publicar un documento donde se cuantifica el riesgo de deflación. Pero quizás la pieza clave hay que buscarla en EE UU, tras las recientes declaraciones del presidente de la Reserva Federal. La Fed ha destacado que, en los próximos meses, el riesgo con respecto a los precios no es que suban, sino que caigan de forma sustancial, lo cual no sería deseable. Con todo ello, la deflación ha pasado a percibirse como un escenario posible, constituyendo un elemento más de pesimismo.

La deflación ha pasado a percibirse como un escenario posible, constituyendo un elemento más de pesimismo para los mercados

La preocupación se entiende por varios motivos. Por un lado, en EE UU, los precios, excluyendo la energía, han crecido a tasas muy bajas en los últimos meses y la inflación subyacente se encuentra en mínimos desde 1966, 1,5%. El temor es que, en el actual contexto de debilidad de la demanda, los precios sigan desacelerándose. La economía estadounidense acumula ya ocho trimestres de crecimiento por debajo de su potencial y las previsiones apuntan a que seguirá siendo así durante otros cuantos trimestres. El miedo a la deflación, sin embargo, puede matizarse. Tanto los modelos de predicción como las expectativas de los agentes apuntan a que la inflación en EE UU se mantendrá en torno al 2% en los próximos meses, aunque de la experiencia japonesa se ha aprendido que los episodios de deflación no son fácilmente predecibles. Por lo que respecta a la debilidad de la demanda, un escenario de caída generalizada de los precios requeriría una profundización del ouput gap negativo hasta niveles del 5%. De ahí que no se entienda que no se haga una mención explícita a la recesión como paso previo para entrar en deflación. Pero la Fed cuenta con distintos instrumentos para inyectar liquidez en el sistema, como medidas preventivas para evitar caer en la espiral deflacionista. Y todo ello sin olvidar que el recién aprobado plan de estímulo fiscal y la depreciación acumulada del dólar son factores que deberían contribuir a reducir las presiones deflacionistas.

Sonsoles Castillo es economista del Servicio de Estudios de BBVA.

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