Reportaje:AIRE LIBRE

Un castillo en tierra de comuneros

La fortaleza de Torrelobatón domina un paisaje castellano de cereal

En la provincia de Valladolid, entre los pueblos de San Salvador de Hornija y Torrelobatón, y con el sordo rumor del río Hornija de fondo, se extiende un paisaje convertido, en primavera, en un mar verde de cereal. Con los montes Torozos como escolta, estos casi siete kilómetros de camino que discurren por el valle del Hornija descubren un paisaje simétrico dibujado por la concentración parcelaria, al que pone fondo el castillo de Torrelobatón, donde Charlton Heston interpretó escenas de El Cid.

Accediendo por la vereda de Nuestra Señora del Villar (un camino de arena que sale de...

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En la provincia de Valladolid, entre los pueblos de San Salvador de Hornija y Torrelobatón, y con el sordo rumor del río Hornija de fondo, se extiende un paisaje convertido, en primavera, en un mar verde de cereal. Con los montes Torozos como escolta, estos casi siete kilómetros de camino que discurren por el valle del Hornija descubren un paisaje simétrico dibujado por la concentración parcelaria, al que pone fondo el castillo de Torrelobatón, donde Charlton Heston interpretó escenas de El Cid.

Accediendo por la vereda de Nuestra Señora del Villar (un camino de arena que sale desde la estación de servicio de Vega de Valdetronco, en el kilómetro 196 de la nacional VI) se llega hasta la ermita de San Salvador de Hornija -cuya explanada trasera puede funcionar como aparcamiento-. En la zona existen numerosas iglesias, cristos y ermitas. Aunque no directamente en el camino, no es mala idea entrar en el pueblo para ver la iglesia románica de finales del siglo XII, que fue reconstruida en los siglos XVI y XVIII. Regresando a la vereda se descubre a lo lejos el palomar del Francés. Castrodeza, Adalia, Cebrián de Mazote y otros pueblos en los Torozos exhiben sus ingrávidos palomares de arcilla, circulares o rectangulares, semejantes a atalayas en medio del verde, muchos de ellos, como éste, semiderruidos. Con un pequeño esfuerzo se llega hasta sus ruinas. Será el único desnivel del camino, pero merece la pena, pues desde lo alto se domina el valle, y los pueblos se alzan diminutos entre las tierras de labor.

De nuevo en la vereda, Villasexmir es el pueblo siguiente. Conviene desviarse por una de las salidas para entrar en él por la carretera, apenas transitada, que vertebra el valle. Las razones: la ermita y los chozos. La primera, de principios del siglo XVI, está protegida por un sencillo pórtico con dos columnas toscanas. Los cercanos chozos son potentes construcciones de piedra con más de 200 años, ahora semiderruidas, que servían de protección a los pastores contra el frío, y que la Junta de Castilla y León se propone recuperar.

Tropas de Padilla

GUÍA PRÁCTICA

Dormir y comer

- Parador de Tordesillas (983 77 00 51). Carretera de Salamanca, 5. Tordesillas. La doble, 94,24 euros.

- Hotel La Torre (983 78 80 47). Carretera Madrid-Coruña, km. 196. Vega de Valdetronco. La doble, 49,10. También se come bien.

- Doña Carmen (983 77 01 12). Carretera Salamanca, km. 152. Tordesillas. La doble, 58,85. Terraza y restaurante; vistas al Duero.

Información

- Castilla y León (902 20 30 30).

- Para concertar visitas al castillo de Torrelobatón: 983 34 36 88.

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