Entrevista:DAVID SOUTHWOOD | Director de ciencia de la Agencia Europea del Espacio (ESA)

"El tener que tomar la decisión de no lanzar la nave 'Rosetta' fue horrible"

D avid Southwood, director de la división de Ciencia de la Agencia Europea del Espacio (ESA), cree que la crisis que afecta a todo el sector espacial "es de las que se dan una cada 30 años", comentó recientemente en su despacho en Estec, el centro científico y tecnológico de la agencia en Holanda. Él fue el responsable último de tomar la decisión de dejar en tierra a la nave Rosetta, que debía ser lanzada el pasado enero en un cohete Ariane 5, tras el fallo de un nuevo lanzador de la misma familia. Rosetta debía encontrarse con el cometa Wirtanen tras un viaje interplanetario...

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D avid Southwood, director de la división de Ciencia de la Agencia Europea del Espacio (ESA), cree que la crisis que afecta a todo el sector espacial "es de las que se dan una cada 30 años", comentó recientemente en su despacho en Estec, el centro científico y tecnológico de la agencia en Holanda. Él fue el responsable último de tomar la decisión de dejar en tierra a la nave Rosetta, que debía ser lanzada el pasado enero en un cohete Ariane 5, tras el fallo de un nuevo lanzador de la misma familia. Rosetta debía encontrarse con el cometa Wirtanen tras un viaje interplanetario de ocho años planeado con gran precisión: una misión que no permitía retrasos. El equipo de Rosetta ha tenido que trabajar muy duro para estudiar otro cometa-objetivo compatible con el diseño de la nave.

"Una crisis como la que afecta al sector espacial sólo se da cada 30 años"
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Pregunta. Debió de ser una decisión muy difícil dejar a Rosetta en tierra.

Respuesta. Desde luego, fue horrible. Pero poca gente sabe que yo y los demás responsables del proyecto ya desde el otoño dudábamos de la fiabilidad del lanzador. Por supuesto no podíamos decir nada públicamente entonces, y además Arianespace hacía todo lo posible para convencernos de que todo estaba bien. Entonces llegó el fallo del 11 de diciembre. Al principio creíamos que había sido un fallo del motor, que era distinto del motor del lanzador para Rosetta, y respiramos tranquilos. Pero más tarde nos dimos cuenta de que también iba a afectar a nuestro sistema. Nuestras preocupaciones volvieron. Realmente queríamos lanzar, tras más de diez años construyendo Rosetta, y no sabíamos qué pasaría si no lanzábamos entonces. Así que fueron momentos muy difíciles.

P. ¿Qué les hacía dudar desde el otoño?

R. Los procedimientos no estaban bien, los procesos de producción de los Ariane 5 en general, no sólo en el nuevo modelo. Y nosotros [ESA, clientes de Arianespace] sentíamos que no teníamos suficiente control sobre este proceso. Por eso ahora se está revisando el proceso de producción de toda la familia Ariane 5.

P. ¿No habían pensado en otros cometas de destino?

R. Teníamos otras opciones, pero no tan buenas. Tuvimos muchos problemas para explicar a la comunidad científica la decisión, pero quienes la criticaban no tenían nuestra información. Había una gran presión emocional por lanzar, pero al mismo tiempo nos dábamos cuenta de que no debíamos hacerlo. Era precisamente una situación en que debían seguirse a rajatabla los procedimientos de la ingeniería y olvidarse de las emociones. Cuando has invertido entre 900 y mil millones de euros en un proyecto no corres riesgos de repente.

P. Que las versiones más avanzadas de los cohetes Ariane estén en tierra ¿hace más difícil escoger otro cometa para Rosetta?

R. Sí, porque tenemos menos capacidad de lanzamiento. Con los nuevos cohetes podríamos ir de nuevo a Wirtanen en 2004, pero no tendremos lanzador. Ahora estudiamos tres posibles cometas. Hay uno mayor que Wirtanen, y tenemos que estar seguros de que podemos aterrizar en él a pesar de que la gravedad es mayor. Ahí es donde iría yo si el lanzador estuviera listo. Parece la opción menos arriesgada.

P. ¿Cómo afecta el retraso de Rosetta a las demás misiones científicas de la ESA?

R. Espero que Venus Express no se vea afectada. Es una misión de muy alta prioridad. El problema es que iba a reutilizar equipos de Mars Express y ésta de Rosetta. Ahora Rosetta ha dicho "todo es mío", así que tengo problemas con eso y también con el personal, porque muchos con experiencia en una misión iban a trabajar en las siguientes. La vida es difícil, pero lo resolveremos.

P. Esta crisis en el programa científico de la ESA coincide con una crisis de todo el sector espacial.

R. Sí, es una crisis muy grave. Es muy común tener problemas con una misión. Recuerdo la pérdida de los Cluster, la pérdida y recuperación de Soho... Pero una crisis como la que afecta al sector sólo se da cada 30 años. No recuerdo una así desde antes de que se creara la ESA. Además de las crisis de Ariane y de los transbordadores de la NASA están las dificultades para ponernos de acuerdo en el programa Galileo, y el colapso de los lanzamientos comerciales.

P. Los últimos fallos en los lanzadores se han relacionado con recortes de presupuesto demasiado drásticos.

R. Eso está en la mente de todos. Pero creo que no es el único factor. También puede haber habido un exceso de confianza.

David Southwood, fotografiado en Madrid en junio de 2001.SANTI BURGOS

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