Maragall propone un pacto fiscal en toda el área metropolitana

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, aseguró ayer que si gana las autonómicas de otoño no sólo resucitará algo parecido a la Corporación Metropolitana de Barcelona, suprimida por el Ejecutivo de Jordi Pujol en 1987, sino que buscará un "pacto fiscal" entre todos los municipios que la integran. "La industria y el comercio crean riqueza metropolitana, de forma que sus beneficios deberían distribuirse en toda el área metropolitana", aseguró durante un mitin en Santa Coloma de Gramenet.

El presidente del Partit dels Socialistas utilizó el caso de San...

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, aseguró ayer que si gana las autonómicas de otoño no sólo resucitará algo parecido a la Corporación Metropolitana de Barcelona, suprimida por el Ejecutivo de Jordi Pujol en 1987, sino que buscará un "pacto fiscal" entre todos los municipios que la integran. "La industria y el comercio crean riqueza metropolitana, de forma que sus beneficios deberían distribuirse en toda el área metropolitana", aseguró durante un mitin en Santa Coloma de Gramenet.

El presidente del Partit dels Socialistas utilizó el caso de Santa Coloma para justificar su propuesta: esta ciudad apenas tiene base industrial y difícilmente puede tenerla, lo que repercute negativamente en los recursos económicos de que dispone. Maragall propuso acabar con los compartimentos fiscales dentro del área metropolitana, lo que a su juicio tendría efectos globales para todos sus municipios. El dirigente socialista se comprometió a impulsar esta reforma si llega a la presidencia de la Generalitat y prometió celebrar de inmediato una reunión de todos los alcaldes del área.

En el mitin, Maragall arropó al alcalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz, que aspira a reeditar la mayoría absoluta conseguida en 1999 por Manuela de Madre. Ésta presentó el acto, que quedó deslucido por la escasa asistencia: los más de 200 militantes tenían muchas ganas de aplaudir, pero llenaban menos de la mitad del auditorio.

Maragall volvió a asegurar que hay gente de Convergència que se le acerca "cada día" para pedirle una gran coalición tras las autonómicas. También lo hizo en Vilafranca del Penedès, localidad que visitó por la mañana: "Tengo que escuchar a la gente y transmito su demanda para que los votantes sepan que no habrá pacto porque CiU está prisionera del PP".

A pesar de que los comicios del 25 de mayo son municipales, Maragall se ha referido en cada acto a eventuales pactos tras las autonómicas. Además, lo ha hecho casi siempre poniendo el acento en distintas fases de un mismo diseño, contribuyendo así a dar una imagen de bandazos, lo que ha desconcertado incluso a los dirigentes de su propio partido: a veces habla de pactos de país, en otras ocasiones del día siguiente de las elecciones y a menudo incluso de lo que puede pasar dentro de dos años. La secuencia completa que Maragall tiene en mente es la siguiente: pactar con la izquierda tras las autonómicas, buscar acuerdos con CiU en asuntos de país y, si éstos prosperan, dejar la puerta abierta a la incorporación de CiU al Gobierno al final de la legislatura.

Maragall criticó ayer por primera vez en lo que va de campaña a su rival de CiU, Artur Mas, a quien responsabilizó de haber paralizado la Carta Municipal de Barcelona cuando estaba en el consistorio. Al hablar de las trabas a la propuesta que pone ahora el Gobierno del PP, se mostró muy duro con José María Aznar. "Cuando venga a Barcelona se va a encontrar que la gente le va a decir de todo, que no se extrañe", afirmó.

Por su parte, el primer secretario del PSC, José Montilla, propuso ayer la firma de un pacto por la inmigración que implique a sindicatos, empresarios y ONG, pero que sobre todo suponga más recursos y competencias para los ayuntamientos. Montilla participó ayer en un almuerzo con simpatizantes de Premià de Mar y de Dalt, localidades que en los últimos meses han vivido conflictos ciudadanos a raíz de la presencia de inmigrantes.