Alcalá rechaza la exigencia del obispo de convertir en iglesia un centro cultural

El Obispado de Alcalá de Henares ha logrado algo que hasta hace sólo unos días era impensable en la reñida campaña electoral que vive la ciudad: que todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento (PSOE, PP e IU) hagan piña. Las tres formaciones muestran su más absoluto rechazo a la exigencia de la diócesis de que el el Ayuntamiento le entregue la Capilla del Oidor, un edificio del siglo XVI en el que fue bautizado Miguel de Cervantes, que la antigua Diputación de Madrid restauró en 1982 y que hoy es la más conocida y apreciada sala de exposiciones de la ciudad. El Obispado ...

El Obispado de Alcalá de Henares ha logrado algo que hasta hace sólo unos días era impensable en la reñida campaña electoral que vive la ciudad: que todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento (PSOE, PP e IU) hagan piña. Las tres formaciones muestran su más absoluto rechazo a la exigencia de la diócesis de que el el Ayuntamiento le entregue la Capilla del Oidor, un edificio del siglo XVI en el que fue bautizado Miguel de Cervantes, que la antigua Diputación de Madrid restauró en 1982 y que hoy es la más conocida y apreciada sala de exposiciones de la ciudad. El Obispado (que asegura ser el verdadero propietario de la capilla) quiere convertirla en un lugar de culto e incluso ha amenazado con ocuparla el próximo 16 de septiembre si el Consistorio no atiende a sus exigencias.

La respuesta de los partidos ha sido contundente: "Se la llevarán por encima de mi cadáver", asegura el alcalde socialista, Manuel Peinado. "La capilla es innegociable, pertenece a todos los alcalaínos", afirma Bartolomé González, candidato del PP. "Que el obispo se dedique más a lo espiritual y menos a lo material", proclama el cabeza de lista de IU, Francisco Calles.

En una carta enviada recientemente al alcalde y publicada por el Diario de Alcalá, el vicario episcopal, Florentino Rueda, afirma que el Ayuntamiento nunca ha sido el propietario de la capilla. Según la misiva, fue un sacristán quien, "sin el correspondiente permiso de la autoridad competente", entregó la llave al Ayuntamiento en 1947.

Peinado niega estas afirmaciones del Obispado: "Son rotundamente falsas y tenemos toda la documentación que demuestra que el Ayuntamiento y todos los alcalaínos son los legítimos propietarios de la capilla".