ELECCIONES 25M | Los problemas ciudadanos

Del bordillo de Medel a los Smart de Herráez

Los responsables municipales lo han intentado todo para terminar con el embotellamiento y potenciar el transporte público. Pero los datos hablan por sí solos: el año pasado, los autobuses de la EMT alcanzaron su récord de velocidad más bajo desde 1985: 14,01 kilómetros por hora; igual que un corredor de marcha. En 1988, cuando los socialistas gobernaban en el Ayuntamiento de Madrid, colocaron en algunas calles -entre ellas la de Serrano- lo que se conoció como el bordillo de Medel (por Valentín Medel, concejal de Circulación en la época). Como no pudo arreglar el tráfico, dimitió. En 19...

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Los responsables municipales lo han intentado todo para terminar con el embotellamiento y potenciar el transporte público. Pero los datos hablan por sí solos: el año pasado, los autobuses de la EMT alcanzaron su récord de velocidad más bajo desde 1985: 14,01 kilómetros por hora; igual que un corredor de marcha. En 1988, cuando los socialistas gobernaban en el Ayuntamiento de Madrid, colocaron en algunas calles -entre ellas la de Serrano- lo que se conoció como el bordillo de Medel (por Valentín Medel, concejal de Circulación en la época). Como no pudo arreglar el tráfico, dimitió. En 1989, el PP y el CDS arrebataron el Ayuntamiento al PSOE y eliminaron los bordillos por motivos de "seguridad".

En mayo de 2000 llegó Sigfrido Herráez al Área de Movilidad Urbana, y con él, sus innumerables inventos. Primero colocó conos para proteger los carriles-bus. Después sustituyó los conos por pivotes de goma, por ojos de gato (balizas luminosas) y por carriles a contramano (en sentido contrario de la circulación). Herráez puso en marcha otras ideas

, como cuando en las Navidades de 2001 se le ocurrió poner en circulación por el centro dos autobuses, cubiertos cada uno con un gran gorro de Papá Noel, para incentivar el uso del transporte público. Dentro de cada vehículo viajaban dos Papá Noel que repartían papeletas de rasca y gana con entradas para el zoo y el teleférico. Tampoco funcionó.

"En la calle hay mucha sensación de impunidad", explica José Luis, un taxista que lleva en las calles 14 años y que ha visto "de todo". "Me ha pasado varias veces que he visto a un coche dar marcha atrás en la M-30 porque se pasaba una salida", cuenta.

Las últimas medidas municipales han consistido en vehículos Smart que graban con una cámara de vídeo la matrícula de los vehículos aparcados en doble fila y el sistema de parquímetros, que regula 34.300 plazas en la almendra central de la capital. Esta última propuesta es la que, de momento, más éxito ha tenido de todos los inventos, ya que ha aliviado en parte los embotellamientos.

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