Fútbol de toque y diversión

La selección ecuatoriana arrastra el modelo de Maturana, fútbol de toque y diversión. Ajenos al estilo que exportan algunos clubes europeos, los jugadores de Hernán Darío Gómez, alias Bolillo, son fieles a su costumbre. En Ecuador, el fútbol y la calle son hermanos, por lo que no es aconsejable sacar a los jugadores de sus arrabales de inventiva e inculcarles el orden y el rigor.

"Practicamos el modelo del fútbol sudamericano, que se basa en tener el balón y en divertirnos sobre el campo", asegura el responsable de Ecuador desde 1999. Gómez tiene muy claro que las interferencias ...

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La selección ecuatoriana arrastra el modelo de Maturana, fútbol de toque y diversión. Ajenos al estilo que exportan algunos clubes europeos, los jugadores de Hernán Darío Gómez, alias Bolillo, son fieles a su costumbre. En Ecuador, el fútbol y la calle son hermanos, por lo que no es aconsejable sacar a los jugadores de sus arrabales de inventiva e inculcarles el orden y el rigor.

"Practicamos el modelo del fútbol sudamericano, que se basa en tener el balón y en divertirnos sobre el campo", asegura el responsable de Ecuador desde 1999. Gómez tiene muy claro que las interferencias del fútbol europeo no le convienen a sus jugadores por una razón muy simple: "No somos de acá".

Ecuador se instaló en la elite del fútbol mundial el pasado año, cuando tras una brillante carrera en el torneo de clasificación para Corea y Japón (fue segunda detrás de Argentina) apareció por el sureste asiático para exponer su fútbol de elaboración. Tuvo que enfrentarse a Italia y a México, contra los que perdió 2-0 y 2-1, y a Croacia, a la que venció 1-0, ya sin posibilidades de gesta. ¿Le ha cambiado el Mundial a Ecuador? "Sí", contesta Bolillo; "ahora tenemos más experiencia y personalidad". El sistema, 4-4-2, con defensa en zona, un centro del campo para crear y una movilidad constante en ataque, lo integran jugadores que en la mayoría de los casos están a punto de cumplir 100 partidos internacionales. Y ninguno, salvo Aguinaga, supera los 25 años. Falta Delgado, el referente ofensivo (fue máximo goleador de su equipo en la fase de clasificación y en el torneo sólo le doblegó el argentino Crespo), que está lesionado. "Pero tenemos un problema", explica Edmundo Luna, coordinador de la selección, "y es que no tenemos recambio".

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Hernán Darío Gómez cuenta con una biografía siniestra, al margen de sus logros futbolísticos: declarado enemigo de Bilardo, al que acusa de "involucionar" el fútbol, fue objetivo de un plan de asesinato planeado por las mafias de Medellín que no llegó a fructificar y, ya en Ecuador, recibió una brutal paliza por no seleccionar para la sub20 al hijo de un poderoso dirigente político. A Bolillo le rompieron la nariz y quedó cojo a causa de un tiro en la pierna. La obstinación de Aguinaga para que siguiera logró convencerle cuando prácticamente tenía hechas las maletas para dejar Ecuador.

Gómez admira el fútbol del Real Madrid, porque "juega sin miedo al vértigo, con elegancia, y tiene a un gran líder en el profesor Del Bosque". Asimismo lamenta la ausencia de Raúl: "Sin él nos perdemos mucho espectáculo".

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