La familia de la niña asesinada en Arroyomolinos pide reflexión a la sociedad
Los familiares de la menor presuntamente asesinada el jueves por su padre en el municipio madrileño de Arroyomolinos (5.500 habitantes) han pedido que "se reflexione sobre en qué se ha podido fallar para que una niña de siete años esté hoy muerta, con el fin de que su fallecimiento no sea inútil".
Así lo indicó al defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, quien ha permanecido en la mañana de ayer en la sede de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Getafe junto a la madre de la pequeña, Ángela González, y otros miembros de su familia.
Núñez Morgades,...
Los familiares de la menor presuntamente asesinada el jueves por su padre en el municipio madrileño de Arroyomolinos (5.500 habitantes) han pedido que "se reflexione sobre en qué se ha podido fallar para que una niña de siete años esté hoy muerta, con el fin de que su fallecimiento no sea inútil".
Así lo indicó al defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, quien ha permanecido en la mañana de ayer en la sede de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Getafe junto a la madre de la pequeña, Ángela González, y otros miembros de su familia.
Núñez Morgades, que se comprometió a colaborar con la familia "en lo máximo posible", destacó la "serenidad encomiable" de los parientes de la niña, quienes, según dijo, "han solicitado que se revise todo" lo relacionado con este suceso para determinar "si se podría haber actuado de otra manera" que hubiera evitado su muerte.
Casa unifamiliar
Andrea R. G., de siete años, fue presuntamente asesinada el jueves de dos tiros por su padre, Felipe R., quien posteriormente se quitó la vida. Los cadáveres de ambos fueron encontrados ayer en el domicilio del padre, una vivienda unifamiliar de la localidad de Arroyomolinos.
El crimen se produjo, presuntamente, a causa de la depresión que sufría el progenitor de la niña tras la separación de su esposa. "Se le veía triste y desmejorado. Parecía que no lo había superado todavía, aunque ya habían pasado cuatro años desde la separación", indicó una amiga de la familia.
"Felipe adoraba a la niña y ella estaba loca con su padre. Él era taxista y era muy reservado y serio, pero cuando estaban juntos se les veía muy unidos", explicaron allegados a los fallecidos. "El padre sólo podía ver a la chiquilla a solas dos horas a la semana y siempre con una asistente social de por medio", aseguró un vecino.
Por otro lado, fuentes vecinales señalaron que el entierro de la niña se llevará a cabo en el cementerio de Rivas-Vaciamadrid, donde la cría vivía con su madre, mientras que un portavoz del Instituto Anatómico Forense indicó que ya han sido practicadas las autopsias a los dos cuerpos y se está a la espera de que la familia se haga cargo de ellos.