VISTO / OÍDO

Groserías

Noté que la voz del Aznar lenguaraz del lunes se hacía opaca al decir "en pelota" refiriéndose a cómo se quedan los caballeros de la oposición cuando se quitan la pancarta. Quizá era mi oído el que trataba de no escuchar palabras así. Por lo tanto, no puedo decir si utilizó esa palabra en singular o en plural. Varía mucho. "En pelota" es un derivado de pelo: sin pancarta se les ven los pelos del cuerpo, están desnudos. "En pelotas" es un derivado de los testículos masculinos, de lo que los castizos suelen decir "en bolas"; pero hay autores que creen que puede también referirse a los pechos de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Noté que la voz del Aznar lenguaraz del lunes se hacía opaca al decir "en pelota" refiriéndose a cómo se quedan los caballeros de la oposición cuando se quitan la pancarta. Quizá era mi oído el que trataba de no escuchar palabras así. Por lo tanto, no puedo decir si utilizó esa palabra en singular o en plural. Varía mucho. "En pelota" es un derivado de pelo: sin pancarta se les ven los pelos del cuerpo, están desnudos. "En pelotas" es un derivado de los testículos masculinos, de lo que los castizos suelen decir "en bolas"; pero hay autores que creen que puede también referirse a los pechos de las mujeres, incluso a sus nalgas, de forma que en su expresión no habría sexismo, sino solamente grosería. De partido, sin duda, puesto que hombres y mujeres que le escucharon rieron y aplaudieron a gusto. Incluso más que cuando habló de la "coalición Llamazares / Zapatero": no es la primera vez que comete esta impropiedad, que ojalá fuera cierta. Es un residuo del lenguaje del fuego de campamento, cuando el comunismo era el mal del mundo, y acusar de comunismo a alguien era descalificarle.

Es cierto que Llamazares lleva una buena temporada, y que Zapatero está fuerte; y quedaría mejor si no moviese tanto el brazo derecho de arriba abajo mientras la mano izquierda está en el bolsillo. Antes no se podía estar en público con una mano en el bolsillo, y cuando Oscar Wilde habló una vez de esa manera fue abucheado: los victorianos suponían que esa postura implicaba que estaba tocándose algo. Pelotas, bolas, todo lo demás.

Aznar declaraba que había terminado la guerra del Irak (pero ¿hubo alguna vez una declaración de guerra? ¿O se trataba de un "conflicto armado internacional", como se trata de decir en el proyecto de Código Militar para encarcelar a los manifestantes en contra? Véase el claro editorial de ayer), como si dependiera de él, y que ya no había que hablar de eso. Mejor tratar de unas limosnas económicas para mujeres y jóvenes empresarios que piensa que le darán votos, y sólo se los darán si son, como él, de la derecha fuerte de mano dura (por no decir extrema), y no si son de cualquier izquierda, o de sentido común, razón, ética, sensibilidad, humanismo. Y así entró en campaña. También entró Felipe González, para alegrarse de que Aznar estuviera en esta lucha, porque así perjudicará a sus aspirantes a concejales al arrastrarles en su caída: "Lo van a tener crudo", dijo por estar también en el lenguaje familiar de la calle. No es una grosería: "Tener crudo" es simplemente tener lo que sea sin madurar, sin terminar de hacer. El diccionario de 1992 dice también que es "cruel, áspero, despiadado". Puede que sea ése el calvario de los aznaristas, que lo van a pasar mal en el periodo de la campaña, aunque creo que no tan mal como después de las elecciones: preludio de las generales del año que viene.

Archivado En