¿Hay sitio en el centro?

El mismo día en que Manuel Pimentel anunció su marcha del PP por su rechazo a la guerra contra Irak, el ex ministro remataba su artículo en los periódicos del grupo Joly con un mensaje un tanto enigmático: "No me pasaré a ningún otro partido. Seguiré luchando por mis ideas desde la independencia. Quizá, si en el futuro naciera un partido de centro que se esforzara en superar la crispación y división en la que está cayendo nuestra sociedad, volvería a adoptar un nuevo compromiso. La política siempre fue necesaria. Ahora, más que nunca".

Ese "quizá" y ese "nuevo compromiso" han dado pie a...

El mismo día en que Manuel Pimentel anunció su marcha del PP por su rechazo a la guerra contra Irak, el ex ministro remataba su artículo en los periódicos del grupo Joly con un mensaje un tanto enigmático: "No me pasaré a ningún otro partido. Seguiré luchando por mis ideas desde la independencia. Quizá, si en el futuro naciera un partido de centro que se esforzara en superar la crispación y división en la que está cayendo nuestra sociedad, volvería a adoptar un nuevo compromiso. La política siempre fue necesaria. Ahora, más que nunca".

Ese "quizá" y ese "nuevo compromiso" han dado pie a distintas interpretaciones acerca de los planes futuros de Pimentel, concentrado ahora en sus proyectos empresariales.

"El PSOE y AP ocuparon el centro tras el 28-F", dice Clavero Arévalo

"Hay un espacio vacío en el centro", dice una profesora de Ciencias Políticas de Granada

Sean cuales sean estos planes, lo cierto es que el ex ministro de Trabajo considera que en los últimos tres años, desde que tiene mayoría absoluta, el PP ha girado su discurso y su acción a la derecha, dejando a un lado sus propósitos centristas. Y también que si en España surgiera un partido con vocación liberal, centrista, éste podría hacerse un hueco en el escenario político, en el que PP y PSOE tienen una posición hegemónica evidente.

Pero, ¿hay espacio para un partido de centro en Andalucía? Dos expertos -Carmen Ortega, profesora de Comportamiento electoral y grupos de presión de la Facultad de Ciencias Políticas de Granada, y Eduardo Moyano, vicedirector del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA)- estiman que sí lo hay, aunque el segundo matiza que sería para un partido bisagra. Mientras, Manuel Clavero Arévalo, ex ministro de UCD e impulsor de la centrista Unidad Andaluza, acude a su "experiencia" para recalcar "la dificultad" de que pueda funcionar un proyecto de esta naturaleza.

La profesora de Comportamiento electoral considera que "sí hay terreno" para una formación de este tipo "porque hay un espacio vacío en el centro". Ortega se basa en que buena parte de los andaluces se autoubica ideológicamente en posiciones centradas: en una escala de 0 (extrema izquierda) a 10 (extrema derecha), el 32% de los electores se adjudica un cinco (el centro), según el Estudio General de Opinión de Andalucía (EGOPA), elaborado por la Universidad de Granada y La General.

Ortega añade que en Andalucía el PP es observado como un partido de centro-derecha, tirando a la derecha, con una puntuación de 7,4, en la escala de 0 a 10. "A IU y al PP se les identifica con los valores más extremos", afirma Ortega, que añade que este hueco en el centro existirá en tanto que el PSOE "no haga propuestas de centro-derecha". La profesora pone un ejemplo: "El PP hace medidas sociales para todas las clases, sin distinciones económicas, como la ayuda de 100 euros mensuales para las madres trabajadoras con hijos de menos de tres años, mientras que el PSOE hace propuestas para las clases más pobres".

Eduardo Moyano opina que "en estos momentos no hay sitio para un gran partido de centro en la medida en que el PSOE ocupa el centro-izquierda, donde se concentra la mayoría de la población andaluza". Así, el barómetro de 2002 del IESA puso de manifiesto que los andaluces se sitúan en el centro-izquierda (una media de 4,46). "En la medida en que el PSOE mantenga una política moderada es difícil que haya hueco", dice Moyano, quien, no obstante, añade que sí hay espacio para un "partido bisagra de centro".

Este experto considera que esta formación podría conseguir entre "cinco y seis diputados" en el Parlamento andaluz y "garantizar la gobernabilidad" en la comunidad.

Por su parte, Clavero Arévalo, que dimitió como ministro del Gobierno de Adolfo Suárez por el rechazo de UCD a que Andalucía se constituyera como autonomía del artículo 151 de la Constitución, asegura: "Mi experiencia y lo que veo en la política andaluza me hacen ver la dificultad de encontrar un espacio para un partido de esta obediencia andaluza e interclasista. Los intentos que ha habido no han culminado con éxito". "No creo que sea fácil cualquier iniciativa en este sentido", afirma el catedrático de Derecho Administrativo.

Clavero Arévalo estima que tras el "fracaso de UCD el 28-F" -cuando en 1980 se celebró el referéndum para que Andalucía accediese a las autonomías de vía rápida- el hueco del centro "lo ocuparon tanto el PSOE como la entonces Alianza Popular", lo que, en su opinión, dificulta cualquier nuevo intento de "partido autonómico de centro". Clavero subraya que pese al "gran ascenso" que el PP ha experimentado en los últimos comicios autonómicos, una de las claves para que esta formación tenga dificultades para ser alternativa en Andalucía estriba en que "el PSOE recoge muchos votos del centro" en la comunidad.

Moyano destaca que el Partido Andalucista ocupa ahora el papel de partido bisagra, pero que "su base electoral es inestable y además sufre tensiones internas" periódicamente, por lo que "incluso sería positivo" una formación de centro.

El vicedirector del IESA destaca que ahora al PP se "le percibe ahora más de derechas que hace siete años", cuando Javier Arenas aterrizó en Andalucía para modernizar una formación que estaba anclada en el túnel del tiempo.

Carmen Ortega afirma que los rasgos de un hipotético partido de centro deberían ser "eclécticos, con una mezcla de una defensa clara del libre mercado con políticas sociales muy definidas, por ejemplo en la vivienda social".

Moyano añade que una de las claves para que funcione una formación es el liderazgo y que Pimentel sí tiene una trayectoria "acumulada" para impulsar un proyecto así, aunque también "podría desatar el temor en parte de la derecha".