El sector oficial de Erne aplasta a los críticos y elige una junta renovada

El sexto congreso del sindicato independiente de la Ertzaintza Erne finalizó ayer con una victoria arrolladora del sector oficial, que sacó adelante su ponencia con más de 110 votos a favor y apenas una treintena de compromisarios en contra. Los críticos, encabezados por Teo Santos y Joseba Bilbao, ante la rotundidad de los números, evitaron dar batalla y no presentaron una lista alternativa.

La votación de los 11 miembros de la Junta Rectora arrojó un resultado incontestable: 121 votos a favor, 10 en contra y 13 abstenciones. La nueva dirección de Erne, en la que sólo repiten dos miemb...

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El sexto congreso del sindicato independiente de la Ertzaintza Erne finalizó ayer con una victoria arrolladora del sector oficial, que sacó adelante su ponencia con más de 110 votos a favor y apenas una treintena de compromisarios en contra. Los críticos, encabezados por Teo Santos y Joseba Bilbao, ante la rotundidad de los números, evitaron dar batalla y no presentaron una lista alternativa.

La votación de los 11 miembros de la Junta Rectora arrojó un resultado incontestable: 121 votos a favor, 10 en contra y 13 abstenciones. La nueva dirección de Erne, en la que sólo repiten dos miembros de la anterior, prometió "reorientar la organización" para "defender los intereses" de los ertzainas y abogó por una unidad de acción sindical para lograr un acuerdo laboral y "paliar la falta de medidas de seguridad que impide a los agentes desarrollar su trabajo" eficazmente.

Su portavoz, Juan José Llaguno, tuvo un recuerdo especial para el secretario general saliente, Iñaki Castro, por "haber marcado una época en el sindicato". Los críticos felicitaron a los ganadores e incluso Joseba Bilbao reconoció en los pasillos a uno de los integrantes de la nueva dirección que le había sorprendido gratamente el equipo de personas de la junta.

Durante la mañana, buena parte de las preguntas de los compromisarios se refirieron a la posibilidad de abrir un "acuerdo confederal" con CCOO manteniendo la personalidad del sindicato, como defendían los críticos. La ponencia aprobada defiende la "necesidad de abandonar, no solamente la idea, sino todas las gestiones realizadas por representantes de Erne con dirigentes de CCOO este último año".

Erne renovó su compromiso con las víctimas del terrorismo y defendió sus señas de identidad frente a cualquier politización. "En el momento que dotemos a Erne de una ideología política concreta, donde sobren unos u otros, nos habremos cargado el sindicato", dice la ponencia.

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