Reportaje:GUERRA DEL GOLFO | Las movilizaciones de protesta

Irak oculta los demás conflictos

Vicenç Fisas presenta el informe 'Alerta 2003', elaborado por la Escola de Cultura de la Pau

El año pasado aumentó el número de países que dedican más recursos a actividades militares que a educación y salud; se pudo celebrar el fin de conflictos armados en Afganistán, Angola, Guinea, Ruanda y Sierra Leona, pero otros 24 seguían abiertos cuando acabó 2002. Actualmente hay 23 zonas de tensión en las que la situación puede derivar en enfrentamiento, aparte de casos de delicada coyuntura, como los de Ghana, Kenia, Uganda y Venezuela.

Los gastos militares se incrementaron el 7% en 2002, hasta situarse en unos 772.000 millones de dólares, y a tenor de los proyectos de reconversión d...

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El año pasado aumentó el número de países que dedican más recursos a actividades militares que a educación y salud; se pudo celebrar el fin de conflictos armados en Afganistán, Angola, Guinea, Ruanda y Sierra Leona, pero otros 24 seguían abiertos cuando acabó 2002. Actualmente hay 23 zonas de tensión en las que la situación puede derivar en enfrentamiento, aparte de casos de delicada coyuntura, como los de Ghana, Kenia, Uganda y Venezuela.

Los gastos militares se incrementaron el 7% en 2002, hasta situarse en unos 772.000 millones de dólares, y a tenor de los proyectos de reconversión de la industria bélica, se prevé que seguirán aumentando en los próximos años. Los indicadores sobre derechos humanos muestran que surgen tendencias regresivas y 84 países aplicaron la pena de muerte.

Éstos son algunos de los datos que ofrece Alerta 2003, informe sobre conflictos, derechos humanos y construcción de la paz, elaborado por tercer año consecutivo por la Escola de Cultura de la Pau, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que fue presentado ayer por su director, Vicenç Fisas, en el Aula EL PAÍS, acompañado por el secretario de Relaciones Exteriores de la Generalitat, Joaquim Llimona; el director adjunto de El Periódico, Albert Montagut; el subdirector de La Vanguardia, Enric Juliana, y el director adjunto de EL PAÍS, Xavier Vidal-Folch.

Pese a las bombas y los misiles que caen sobre Irak, pese a la importancia y las consecuencias de la guerra, lo cierto es que, para Fisas y su gente, esta guerra no debe ocultar que convive con una treintena de "escenarios de alta tensión y riesgo" que ahora mismo hay en el planeta. La paradoja es que, cuando se produce un acontecimiento como el que ahora vivimos, "los conflictos que más necesitan una exposición mediática desaparecen de la vista". Y para demostrarlo explica: "En los últimos meses una serie de conflictos que estaban en una fase de negociación que avanzaba han entrado en crisis".

Alerta 2003 sintetiza el estado del mundo a partir del análisis de 37 indicadores agrupados en ocho apartados: comportamiento ante la sociedad internacional, embargos de armas, militarización, derechos humanos, desarrollo, crisis humanitarias, conflictividad y construcción de la paz y derecho internacional humanitario. La combinación de estos indicadores produce resultados reveladores. Se trata, según Fisas, "de una radiografía de cómo está el planeta; da una foto muy precisa de dinámicas que son peligrosas y otras que son esperanzadoras".

Llimona destacó que la institución que dirige Fisas es "una herramienta excelente para obtener información sobre cómo llevar a cabo proyectos de cooperación", y prometió seguir apoyándola.

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Juliana subrayó la importancia de las movilizaciones masivas en contra de la guerra y que "la mayoría de los medios de comunicación, y en especial la televisión, se han puesto del lado de la gente, lo que ha dado un nuevo impulso a la protesta, que ya no se limita a un sector radical de la sociedad, sino a un espectro cada vez más amplio".

Montagut se refirió al compromiso explícito de su periódico en contra de una guerra "ilegal". Y Vidal-Foch hizo hincapié en que el informe, pese a evidenciar datos como que 18 países mantienen sus gastos militares por encima del 6% de su PIB, evita el catastrofismo y destaca también los avances de algunos procesos de paz.

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