UNA NUEVA ERA EN SURÁFRICA

"Aún existen razones para la lucha armada en Suráfrica", afirma Nelson Mandela

Varios muertos por disparos de la policía tras la liberación del líder del Congreso Nacional Africano

Nelson Mandela, de 71 años, líder del Congreso Nacional Africano (ANC), salió ayer de prisión después de casi 28 años de cárcel. Mandela no ha sido ablandado por media vida pasada en la cárcel, como demostró anoche ante una enfebrecida multitud en Ciudad del Cabo, a la que dijo que "aún existen las razones para la lucha armada" en Suráfrica y llamó a "poner fin al monopolio del poder blanco". Mandela elogió al presidente Frederik W. de Klerk, aunque declaró que deben mantenerse el aislamiento y las sanciones internacionales. "Todavía sufrimos bajo la política del Gobierno nacionalista", puntua...

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Nelson Mandela, de 71 años, líder del Congreso Nacional Africano (ANC), salió ayer de prisión después de casi 28 años de cárcel. Mandela no ha sido ablandado por media vida pasada en la cárcel, como demostró anoche ante una enfebrecida multitud en Ciudad del Cabo, a la que dijo que "aún existen las razones para la lucha armada" en Suráfrica y llamó a "poner fin al monopolio del poder blanco". Mandela elogió al presidente Frederik W. de Klerk, aunque declaró que deben mantenerse el aislamiento y las sanciones internacionales. "Todavía sufrimos bajo la política del Gobierno nacionalista", puntualizó.

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El símbolo de las aspiraciones de la negritud surafricana estuvo anoche tan indómito como cuando fue detenido hace más de un cuarto de siglo mientras preparaba la lucha armada contra Pretoria. "La formación del brazo militar del Congreso Nacional Africano fue una acción puramente defensiva contra la violencia del apartheid', recordó anoche Mandela. "Aún existen las razones para la lucha armada. No hay otra opción a seguir". El hombre que se presentó "no como un profeta, sino como un humilde servidor del pueblo", señaló a la encandilada masa reunida a sus pies que tenía "esperanza en la creación de un clima que haga posible la negociación que haga innecesaria la lucha armada". Esa atmósfera sólo podrá lograrse cuando el Gobierno levante totalmente el estado de excepción y ponga en libertad a todos los presos políticos, momento en que se habrá producido una normalización. Mandela dijo que en sus conversaciones con el Gobierno no había negociado el futuro del país y que sólo había intentado poner en contacto al ANC -cuyos objetivos, tácticas y estrategias dijo compartir- con el Ejecutivo. La jornada de la liberación de Mandela se vio empañada por la represión policial de las manifestaciones populares, que provocó varios muertos.

Nelson Mandela saluda, con su esposo, Winnie, a sus seguidores a la salida de la prisión de Victor VersterREUTER

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