El hijo de Múgica identifica a los asesinos de su padre en el juicio

José María Múgica, hijo del abogado y presidente del Partido Socialista de Euskadi en Guipúzcoa Fernando Múgica, identificó ayer a Valentín Lasarte y Javier García Gaztelu, Txapote, como los autores materiales del asesinato de su padre, ocurrido el 6 de febrero de 1966 en San Sebastián. Múgica, que se encontraba presente cuando los terroristas dispararon a su padre, fue encañonado cuando pretendió hacerles frente y perseguirles. El hijo del fallecido señaló que luego se enteró de que en el coche en el que huyeron los etarras iban José Luis Geresta e Irantzu Gallastegi, Amaia.
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José María Múgica, hijo del abogado y presidente del Partido Socialista de Euskadi en Guipúzcoa Fernando Múgica, identificó ayer a Valentín Lasarte y Javier García Gaztelu, Txapote, como los autores materiales del asesinato de su padre, ocurrido el 6 de febrero de 1966 en San Sebastián. Múgica, que se encontraba presente cuando los terroristas dispararon a su padre, fue encañonado cuando pretendió hacerles frente y perseguirles. El hijo del fallecido señaló que luego se enteró de que en el coche en el que huyeron los etarras iban José Luis Geresta e Irantzu Gallastegi, Amaia.

Ayer se juzgaba a esta última como participante en el crimen y a Juan Luis Agirre Lete, Insuntza, como inductor. El fiscal pide 72 y 30 años de cárcel para ellos, respectivamente. Lasarte ya fue condenado, Geresta ha fallecido y García Gaztelu está preso en Francia.

Agirre y Gallastegi han sido entregados temporalmente por Francia para ser juzgados y serán devueltos a las cárceles francesas el próximo día 11. Ambos realizaron un juicio de ruptura y se negaron a permanecer en el juicio.

Entre los testigos declaró Valentín Lasarte, que, aunque quiso exculpar a sus compañeros, en sus declaraciones judiciales detallaba la participación de cada uno de ellos en el crimen y explicaba que Agirre les había transmitido las órdenes del jefe del aparato militar de ETA para matar de inmediato a Múgica. Irantzu realizó labores de vigilancia y esperó en el coche el día del atentado.

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