ESCALADA CRIMINAL

Dos eslovenos mueren ametrallados por un hombre que les remató en el suelo

Un individuo les disparó tres ráfagas de metralleta en una calle de Ciudad Lineal

Madrid fue escenario ayer un doble homicidio al más puro mafioso. Dos jóvenes que portaban documentación eslovena a nombre de Alexander Molnar y Kuzma Vastech, ambos de 24 años, murieron acribillados a tiros en el distrito de Ciudad Lineal, cuando se bajaban a reparar un neumático del todoterreno en el que viajaban. Un hombre armado con un fusil ametrallador les disparó tres ráfagas. Después, les remató cuando agonizaban en el suelo, según los testigos. La policía cree que el móvil es un ajuste de cuentas entre bandas rivales de países del Este.

El tiroteo se registró sobre las 19.25 fr...

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Madrid fue escenario ayer un doble homicidio al más puro mafioso. Dos jóvenes que portaban documentación eslovena a nombre de Alexander Molnar y Kuzma Vastech, ambos de 24 años, murieron acribillados a tiros en el distrito de Ciudad Lineal, cuando se bajaban a reparar un neumático del todoterreno en el que viajaban. Un hombre armado con un fusil ametrallador les disparó tres ráfagas. Después, les remató cuando agonizaban en el suelo, según los testigos. La policía cree que el móvil es un ajuste de cuentas entre bandas rivales de países del Este.

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El tiroteo se registró sobre las 19.25 frente al número 34 de la calle de Jazmín, en el barrio de Pinar de Chamartín (Ciudad Lineal), instantes después de que ambos extranjeros subieran a un todoterreno Jeep Cherokee gris claro con matrícula 8940 BFP. Al percatarse de que el neumático de la rueda delantera derecha estaba pinchado, echaron pie a tierra. En ese momento, se acercaron dos individuos vestidos de oscuro. Uno de ellos, con melena, llevaba un fusil ametrallador y abrió fuego sin piedad contra los supuestos eslovenos.

"Hemos oído una primera ráfaga de tiros. Al principio nos parecían como las tracas que queman los chicos, pero luego, hemos salido y hemos visto a un hombre de mediana estatura, vestido de oscuro y con la cara descubierta, armado, que les encañonaba y les disparaba una segunda ráfaga a dos jóvenes que estaban a unos dos metros de distancia", señaló un vecino de la zona. "Nos hemos metido corriendo en la cafetería porque pensábamos que nos iba a matar a nosotros en la refriega", añadió.

Mientras, el otro compinche del asesino, también vestido de oscuro y de mediana estatura, le esperaba al lado. En un momento dado éste gritó a su compañero: "Remátalos, remátalos, que aún están vivos". El individuo que estaba armado dirigió el fusil hacia el suelo y soltó otra ráfaga de disparos, cuando las víctimas ya estaban agonizantes en la calzada. Fuentes policiales señalaron anoche que cada víctima tenía entre 15 y 20 impactos de bala. Algunos les alcanzaron las caras y la cabeza, lo que impedía su identificación. "Parecía una película de gángsters. Les han frito a tiros en menos de un minuto. Debían de estar esperándolos porque ha sido entrar el coche y, justo cuando se bajaban los dos, les han acribillado varias veces", explicó un vecino. "El tío de la metralleta no dejaba de moverla de un lado a otro encima de los asesinados hasta que ha parado de pegar tiros", concluyó.

Acto seguido, los dos criminales bajaron corriendo la calle y a unos 150 metros entraron en un Audi A3 rojo, con matrícula 7844 BZW, en cuyo interior estaba esperándoles un conductor y huyeron de la zona a toda velocidad, según informó la policía. Agentes de las comisarías de Ciudad Lineal y de Chamartín montaron un dispositivo de vigilancia en la zona, pero no dio resultado. Un helicóptero también intentó localizar desde el aire el turismo. Los investigadores creen que los asesinos huyeron por la M-30 y desde allí salieron a alguna carretera radial.

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Los tiroteados quedaron ensangrentados en el suelo. Una de ellos, vestido con camisa de rayas azules finas y pantalón vaquero, estaba boca arriba y, según varios testigos, presentaba heridas por todo el cuerpo. Una de las manos la tenía dentro de un bolsillo, dentro del cual había un teléfono móvil. "Cuando me he acercado, ya estaba muerto. Tenía, entre otros, dos fuertes impactos en la pelvis. Todo estaba tan reciente que no se habían formado ni charcos de sangre a su alrededor", señaló un cliente de una cafetería cercana.

Pistola de gran calibre

El otro quedó tendido boca abajo, semiladeado respecto al suelo. Iba vestido con una cazadora de cuero negro y pantalón vaquero. Según un vecino, una de las manos empuñaba una pistola negra "de gran tamaño" (supuestamente del calibre 9 milímetros Parabellum), pero no tuvo tiempo de sacarla y hacer frente a sus agresores. Quedó inmóvil junto al todoterreno. Tenía varios tatuajes, uno muy grande en el pecho y otro a la altura de la cadera.

Al lugar acudieron varias ambulancias y UVI móviles del Samur-Protección Civil. Cuando llegaron los facultativos, las dos víctimas se encontraban en parada cardiorrespiratoria irrecuperables. Los médicos del Samur intentaron reanimar durante más de media hora a ambas víctimas, pero al final sólo pudieron certificar su muerte y dejar los cadáveres a disposición judicial. "La escena era dantesca. Había más de 50 casquillos repartidos por toda la zona. Muchos han caído al lado de un árbol y otros bajo los coches que había aparcados", señalaron fuentes policiales.

Los cadáveres portaban documentación de origen esloveno, que fue remitida a los especialistas de Policía Científica para que estudien si es auténtica. Las primeras investigaciones apuntan a que son falsas y que los asesinados pudieran ser de otros países del Este. Las pesquisas apuntan a que el doble homicidio obedece a un ajuste de cuentas entre bandas rivales dedicadas al robo y distribución de vehículos de lujo, que son sustraídos por la zona del tiroteo. Ni el vehículo de los asesinados ni en el que huyeron los criminales figuran como robados en los archivos policiales.

Este doble homicidio eleva a 18 las muertes violentas en la región desde comienzo de año. En 2001 y 2002, en estas fechas se habían registrado 12 asesinatos.

Un policia, al fondo, examina el cadáver de una de las víctimas. Otro agente busca casquillos con una linterna bajo los coches.GORKA LEJARCEGI

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