El cuarto convenio del Parque Central de Valencia prevé 800 millones sin concretar plazos

Fomento, Generalitat y Ayuntamiento crearán una sociedad para gestionar el proyecto

El cuarto acuerdo para soterrar la playa de vías que penetra hasta el centro de Valencia y levantar el Parque Central, una de las más antiguas aspiraciones de la ciudad, prevé un presupuesto global de 804,52 millones de euros. El documento, firmado ayer por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, el presidente del Consell, José Luis Olivas, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el presidente de Renfe, Miguel Corsini, y el del GIF, Juan Barrón, no concreta plazos de ejecución de las obras, salvo la creación en dos meses de una sociedad para gestionar el proyecto.

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El cuarto acuerdo para soterrar la playa de vías que penetra hasta el centro de Valencia y levantar el Parque Central, una de las más antiguas aspiraciones de la ciudad, prevé un presupuesto global de 804,52 millones de euros. El documento, firmado ayer por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, el presidente del Consell, José Luis Olivas, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el presidente de Renfe, Miguel Corsini, y el del GIF, Juan Barrón, no concreta plazos de ejecución de las obras, salvo la creación en dos meses de una sociedad para gestionar el proyecto.

La alcaldesa subrayó que el documento firmado ayer -un día "histórico" para los valencianos- es el definitivo para eliminar las vías que dividen la ciudad y reordenar urbanísticamente una zona de 732.405 metros cuadrados que reservará 260.000 para el gran "corazón verde" de la ciudad, porque es un convenio que "concreta" la financiación del proyecto. Así, el Ministerio de Fomento aportará 419 millones, la Generalitat otros 75 y las plusvalías urbanísticas que genere la operación supondrán los 310 restantes. El Ayuntamiento se encargará de la gestión urbanística para la construcción del Parque Central.

El proyecto ya se incorporó como promesa al plan general urbano de 1988, pero los tres acuerdos a los que han llegado desde entonces la Administración central, la autonómica y el Ayuntamiento no han pasado del papel. Barberá insistió ayer en que el plan no ha avanzado más desde marzo de 1999, en que se firmó el anterior acuerdo, por los "importantes estudios" que se han realizado. El ministro Álvarez-Cascos anunció que próximamente saldrá a exposición pública el estudio informativo de la remodelación de la red arterial ferroviaria de Valencia -que detalla la solución propuesta para el soterramiento de las vías-, cuyo informe de impacto ambiental ya se aprobó en enero de 2001.

El nuevo documento no fija plazos de ejecución de las obras, salvo la creación en un máximo de dos meses de una sociedad que gestionará el proyecto y que partirá de un capital social de 600.000 euros -50% el Grupo Fomento, que incluye a Renfe y el GIF; 25% la Generalitat, y otro tanto el Ayuntamiento-. Barberá y Olivas argumentaron ante la falta de concreción de fechas que la sociedad debe gestionar primero la elaboración de los diferentes proyectos. El ministro acudió al rescate y citó el año 2010 como horizonte para la finalización del plan nacional de modernización de la red ferroviaria, que incluye este proyecto.

El convenio prevé la construcción del nuevo nudo sur ferroviario; el soterramiento de las vías de acceso a la futura Estación Central desde el barrio de San Marcelino; la remodelación de la Estació del Nord; un túnel o eje pasante para el AVE bajo el casco urbano de Valencia, con salida a superficie antes de Alboraia; reposición en la Estación de la Fuente de San Luis de las instalaciones actuales, y el desarrollo del Parque Central.

Impaciencia y tenacidad

El primer convenio para impulsar la operación lo firmaron en 1989 la alcaldesa socialista Clementina Ródenas y el presidente de Renfe Julián García Valverde. El plan no llegó a arrancar y en 1994, con Rita Barberá en la alcaldía, Joan Lerma en la Generalitat y Josep Borrell en el ministerio, se llegó a un nuevo acuerdo que fijó el coste del Parque Central en 420.708.473 euros y previó un plazo de ejecución de 10 años. El Ayuntamiento considera que sólo se trató de un documento de trabajo. Lastrado por la falta de entendimiento entre administraciones de signo político diferente, el Parque Central quedó reducido a promesa electoral. La llegada del PP al poder no relanzó el plan, cuya dimensión ha ido creciendo para dar una solución que integre el AVE. Hasta que en abril de 1999, en vísperas de elecciones, se lanzó el tercer convenio entre Barberá, Eduardo Zaplana y el ministro Rafael Arias-Salgado, que anuncia que el Parque Central será una realidad en seis años. Ante el último convenio, el ministro Álvarez-Cascos recalcó que el "éxito" no premia la impaciencia, "sino la tenacidad".

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