El Gobierno de Alemania elabora un plan para salvar su economía centrado en el recorte de gastos sociales

La situación de la economía alemana, próxima a la recesión, crea una presión sobre el Gobierno rojiverde que debería adoptar en las próximas semanas un plan de reformas para invertir esta tendencia. El plan de reformas del Gobierno, según varios medios alemanes, podría ser presentado el 12 de marzo por el canciller Gerhard Schröder en el Parlamento.

La esencia del plan consiste, por un lado, en recortar los gastos sociales que encarecen considerablemente el empleo en Alemania (el 44,8% del salario bruto se destina en término medio a estas cargas) y, por otro, en aligerar la burocracia q...

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La situación de la economía alemana, próxima a la recesión, crea una presión sobre el Gobierno rojiverde que debería adoptar en las próximas semanas un plan de reformas para invertir esta tendencia. El plan de reformas del Gobierno, según varios medios alemanes, podría ser presentado el 12 de marzo por el canciller Gerhard Schröder en el Parlamento.

La esencia del plan consiste, por un lado, en recortar los gastos sociales que encarecen considerablemente el empleo en Alemania (el 44,8% del salario bruto se destina en término medio a estas cargas) y, por otro, en aligerar la burocracia que dificulta la actividad empresarial.

Antes de las elecciones generales de septiembre, el proyecto reformista quedó paralizado porque Schröder buscó el apoyo de los sindicatos para conseguir una reelección que no parecía nada segura y para la que necesitaba movilizar a los socialdemócratas. Desde entonces el paro ha seguido aumentando y podría afectar pronto a 4,7 millones de personas, y las perspectivas de crecimiento se reducían casi a cero.

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Entre las reformas, se baraja la obligación de contratar un seguro privado para ciertas prestaciones médicas o reducir considerablemente el subsidio del paro para las personas que estén en condiciones de trabajar. Paralelamente, se prevén facilidades para las pequeñas y medianas empresas, como puede ser el que todas aquellas que tengan un volumen de negocio anual inferior a 35.000 euros puedan deducir de sus impuestos el 50% como gastos sin justificar.

El ministro de economía, Wolfgang Clement, ha abogado por su parte por una flexibilización de las leyes de protección contra el despido que son tan rígidas que, a su juicio, impiden que muchas empresas opten por dar empleo.

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