Cartas al director

Esperar

La polémica que ha suscitado la campaña publicitaria Del dicho al hecho del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cuestionada desde su justificación y utilidad pública hasta por su costosa cuantía, al menos para muchos funcionarios de este departamento, ha servido para aclarar algunas dudas, o ratificarnos en lo que ya pensábamos. Y así, a los subinspectores de Empleo y Seguridad Social integrados en la Inspección de Trabajo, que llevamos años reclamando una mayor dotación de medios materiales y humanos, que desde 1997 estamos esperando una valoración de nuestro puesto de trabajo, o...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La polémica que ha suscitado la campaña publicitaria Del dicho al hecho del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cuestionada desde su justificación y utilidad pública hasta por su costosa cuantía, al menos para muchos funcionarios de este departamento, ha servido para aclarar algunas dudas, o ratificarnos en lo que ya pensábamos. Y así, a los subinspectores de Empleo y Seguridad Social integrados en la Inspección de Trabajo, que llevamos años reclamando una mayor dotación de medios materiales y humanos, que desde 1997 estamos esperando una valoración de nuestro puesto de trabajo, o que no entendemos que la Administración no ejecute decenas de sentencias judiciales que reconocen a compañeros nuestros el derecho a una igual retribución por realizar el mismo trabajo; siempre se nos ha contestado que no era posible acceder a tales pretensiones, ya que no había recursos disponibles para ello, los presupuestos eran limitados, había que conseguir el déficit cero o, simplemente, que no era oportuno plantearlo.

Ahora vemos que perdemos el tiempo cuando decimos que la plantilla no ha aumentado en los últimos 10 años, que se nos ha incrementado la carga de trabajo, que se ha reducido el personal administrativo de apoyo, que cunde el desánimo, o que nuestras condiciones de trabajo se han deteriorado tanto como proporcionalmente se ha extendido toda una política de desinterés hacia lo público. Y, todo ello, cuando en estos últimos años crece la población laboral a atender, aumenta la precariedad en el empleo, repunta la economía sumergida, o son más los empleados extranjeros irregulares y explotados. Da igual, queda claro que lo importante no es combatir el fraude, velar para que se cumplan las normas sociales o atender situaciones injustas entre los empleados públicos. Lo prioritario, donde hay que invertir, donde no hay que escatimar ni medios ni dinero, es en crear una realidad virtual utilizando la imagen y la publicidad, que para eso están. Todo lo demás puede esperar.

Pues bien, tendremos que esperar, pero todo esto y algunas cosas más lo diremos bien alto en la concentración que haremos el próximo día 28 de febrero delante de este ministerio.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En