La tecnología digital de impresión compite con la tradicional en volumen y coste por página

¿Artes gráficas? Graphispag 2003 ha demostrado que habrá que ir pensando en cambiar el nombre del sector: ni artes ni, menos aún, gráficas. Nombres míticos de grandes maquinarias de imprenta, como Heildeberg y Vutek, se ven amenazados por las mismas marcas que tiene en el cuarto de sus niños: las imprensoras HP y Canon. Son las artes digitales.

La tecnología digital ha invadido el sector de las artes gráficas, desde el tratamiento de los datos que se van a plasmar en papel hasta los equipos de impresión. Incluso se habla ya de las tintas electrónicas, que cambian de color una vez impres...

¿Artes gráficas? Graphispag 2003 ha demostrado que habrá que ir pensando en cambiar el nombre del sector: ni artes ni, menos aún, gráficas. Nombres míticos de grandes maquinarias de imprenta, como Heildeberg y Vutek, se ven amenazados por las mismas marcas que tiene en el cuarto de sus niños: las imprensoras HP y Canon. Son las artes digitales.

La tecnología digital ha invadido el sector de las artes gráficas, desde el tratamiento de los datos que se van a plasmar en papel hasta los equipos de impresión. Incluso se habla ya de las tintas electrónicas, que cambian de color una vez impresas sobre soportes especiales y se manejan a distancia desde un ordenador.

En Graphispag, la feria que convocó a todo el sector de las artes gráficas la semana pasada en Barcelona, el protagonismo recayó principalmente en los sistemas de impresión digital en color, que ahora ofrecen una calidad y un coste comparables a los de los sistemas tradicionales offset con planchas interpuestas.

La ventaja de la tecnología digital de impresión es que el coste por página es prácticamente el mismo se imprima uno o miles de ejemplares, con lo que se puede ajustar la tirada según la demanda y variar la información en cada ejemplar según sea el destinatario.

Una prueba del protagonismo que en los últimos años ha alcanzado la tecnología digital de impresión es que varios de los principales fabricantes de copiadoras e impresoras de tinta de gran formato, como Xerox, HP, Canon, Minolta, Toshiba y Epson, estaban presentes en la feria por primera vez con sus equipos para intentar arrebatar mercado a los suministradores tradicionales de maquinaria de artes gráficas, como Heildeberg, Scitex, Océ, Vutek y Creo.

HP calcula que se imprimen cada año 18 trillones de páginas, y la empresa, pese a ser uno de los principales suministradores de impresoras personales y de oficina, tiene sólo una participación del 4%. Cree que el futuro le sonríe, porque mientras que el sector de impresión tradicional, que mueve unos 81.000 millones de dólares anuales, ha crecido al ritmo del 2,5% en los últimos cuatro años, el de impresión digital aumenta al ritmo del 22% y ya factura 22.000 millones de dólares.

El sector gráfico factura en España unos 8.000 millones de euros anuales y da empleo a 126.700 trabajadores de 12.200 empresas. Está muy atomizado y ahora se encuentra en crisis por la caída de la publicidad, que afecta directamente al número de páginas impresas. La tecnología digital ya hace años que está muy introducida, especialmente en las fases previas a la impresión o preimpresión, y en la impresión a una sola tinta. La novedad de Graphispag 2003 es la impresión digital a todo color en máquinas de gran volumen, capaces de alcanzar una producción de un millón de copias mensuales.

Xerox y HP son las dos compañías del sector informático que más han apostado por la impresión digital de hojas en color de elevada producción.

La llegada de la tecnología digital está revolucionando completamente el sector de las artes gráficas, de modo comparable a como pasó hace 500 años con la invención de la imprenta. El cambio que se está produciendo es radical porque no se trata de adoptar una nueva tecnología, sino de transformar las imprentas en empresas de servicios de artes gráficas.

Ignacio Fonts, responsable de la división de desarrollo de impresión de HP en Barcelona, está convencido de que las imprentas no pueden acometer solas esta transformación, sino que tiene que modificarse todo el sistema que hace posible una publicación, desde el creativo hasta el cliente. "Se trata de complementar los dispositivos de impresión digital con el suministro de herramientas apropiadas a los creativos y el uso de programas y potentes bases de datos por parte de los clientes y empresas de artes gráficas".

Ni papel ni tinta

El manejo del papel y el vertido de la tinta pasa a ser una parte reducida del pastel con la tecnología digital, porque el proceso de la información que publicar y su transmisión a las imprentas ocupará una parte esencial del negocio.

Las empresas de artes gráficas son conscientes de este cambio que se avecina, aunque son muy cautos a la hora de dar el salto porque los precios de impresión actuales con las máquinas convencionales son hoy día bajos al haber exceso de oferta y las inversiones necesarias son muy elevadas.

La impresión digital resulta rentable para tiradas cortas, de menos de 3.000 ejemplares, que representan más del 80% de todos los trabajos que se realizan. El problema es que el precio de la prensa de impresión es directamente proporcional al volumen de producción e inversamente proporcional al coste por página: una máquina más grande exige una inversión más elevada pero imprime cada página más barato.

Para ser competitivo en el negocio digital, se tiene que tener una máquina ajustada a su capacidad y tener en cuenta que la imprenta tradicional tiene la maquinaria totalmente amortizada y pueden bajar el precio aunque sea a costa de trabajar más horas.

Mientras que en el resto del mundo el 30% del mercado de impresión es ya digital, en España está muy poco introducida, aunque ha aumentado en los dos últimos años en la impresión de vallas, carteles y decorados de gran tamaño. Se calcula que existen en estos momentos unos 200 equipos de offset digital de impresión directa y de chorro de tinta, incluyendo impresoras de gran formato de 2 a 5 metros de ancho. En el mercado de etiquetas, especialmente en las de tiradas cortas o numeradas, como perfumes y vinos, se prevé un gran aumento de prensas digitales.

Donde empieza a estar muy presente la tecnología digital es en la fase de preimpresión o preparación de planchas de las máquinas offset y rotativas de elevado volumen. Se trata de equipos específicos llamados de ordenador a plancha que han tenido un notable impulso en los tres últimos años.

Aunque en Graphispag se mostraron imprentas totalmente digitales capaces de conseguir trabajos en color de calidad, la demanda en España de trabajos de tirada muy corta o personalizados es baja, y los talleres de impresión no ven la necesidad de invertir. Las imprentas esgrimen la mayor calidad que ofrece generalmente el offset, mientras que los clientes buscan ante todo precio reducido en tiradas bajas.

Otro mercado con gran porvenir es la impresión de libros a una tinta con prensas digitales de bobina, las mismas que se usan para hacer las facturas de teléfono o electricidad. En Graphispag destacó Océ con demostraciones de impresión de libros por encargo o billetes de lotería.