OPINIÓN DEL LECTOR

Opiniones de Edipsa sobre El Cantal

Observamos con preocupación que nuestra empresa, Edipsa, y nuestro proyecto de construcción de viviendas y de un parque arqueológico en la localidad de Rincón de la Victoria es objeto de un tratamiento periodístico injusto hacia nosotros por parte de EL PAÍS Andalucía. Si bien es cierto que últimamente, cosa que antes no hacían, sus redactores se ponen en contacto con nosotros para contrastar información, nos encontramos con que pese a nuestras largas explicaciones solamente se publican un par de frases nuestras entrecomilladas a modo de breve respuesta de la empresa o de justificación.
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Observamos con preocupación que nuestra empresa, Edipsa, y nuestro proyecto de construcción de viviendas y de un parque arqueológico en la localidad de Rincón de la Victoria es objeto de un tratamiento periodístico injusto hacia nosotros por parte de EL PAÍS Andalucía. Si bien es cierto que últimamente, cosa que antes no hacían, sus redactores se ponen en contacto con nosotros para contrastar información, nos encontramos con que pese a nuestras largas explicaciones solamente se publican un par de frases nuestras entrecomilladas a modo de breve respuesta de la empresa o de justificación.

Suponemos que no son conscientes del perjuicio empresarial que nos están causando las continúas e infundadas acusaciones que efectúa, a través de la prensa, la Asociación de Vecinos El Cantal, en una línea que podríamos calificar de "difama, que algo queda". Los medios, atraídos por lo políticamente correcto con lo que esta asociación adorna sus argumentos supuestamente arqueológicos y/o ecológicos, parecen no darse cuenta que ni la asociación ni la oposición municipal están recibiendo el respaldo ciudadano.

Así, en una población en la que hay 25.000 habitantes censados, el encierro en el Ayuntamiento (6-8 de febrero de 2003), según datos recogidos por la prensa, no albergó a más de 15 ciudadanos y políticos; la protesta frente a la Delegación de la Consejería de Cultura (10 de febrero de 2003) fue secundada, siendo generosos, por unas veintena, y a la manifestación (16 de febrero de 2003) escasamente acudieron unas 70 personas, entre políticos y vecinos. Tan poco secundada ha sido dicha manifestación que ni siquiera ha sido merecedora de un breve en ningún periódico malagueño (¿Se habría titulado Escaso respaldo ciudadano a la manifestación en protesta por la construcción en El Cantal? Lamentablemente, estamos convencidos de que la respuesta es negativa).

Por ello, ruego encarecidamente que sopesen más detenidamente si el asunto de El Cantal es tan informativamente interesante para sus lectores que merece la pena poner en entredicho, por un lado, una actuación empresarial que no solamente cuenta con todas las licencias legales oportunas, sino que incluye, además, la ubicación de un parque arqueológico que sí que garantiza la conservación de esas cuevas. Por otro, que consideren que su cobertura informativa también pone en entredicho una actuación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que tras cuatro años de estudio determinó la Zona BIC que, todos estamos de acuerdo, ha de ser conservada como patrimonio cultural y arqueológico.

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