Maratón y carril bici

Ahora que se encuentran en pleno maratón preelectoral, a nuestros políticos les pediría que se dieran una vuelta por el carril bici que discurre paralelo a la carretera M-301 (Villaverde Bajo-San Martín de la Vega), un trazado que ya tuvo un nacimiento prematuro y que finalmente se ha quedado canijo, toda vez que si empezó partiendo desde ningún sitio, sigue sin llegar a ninguna parte.

Me explico: si alguien pretende acceder a él saliendo desde Madrid, sólo podrá alcanzarlo si es capaz de sortear con tráfico abierto un dédalo de cruces, ya en plena carretera M-301 y a unos ¡8 kilómetros...

Ahora que se encuentran en pleno maratón preelectoral, a nuestros políticos les pediría que se dieran una vuelta por el carril bici que discurre paralelo a la carretera M-301 (Villaverde Bajo-San Martín de la Vega), un trazado que ya tuvo un nacimiento prematuro y que finalmente se ha quedado canijo, toda vez que si empezó partiendo desde ningún sitio, sigue sin llegar a ninguna parte.

Me explico: si alguien pretende acceder a él saliendo desde Madrid, sólo podrá alcanzarlo si es capaz de sortear con tráfico abierto un dédalo de cruces, ya en plena carretera M-301 y a unos ¡8 kilómetros! del centro de la ciudad.

Tampoco el carril le llevará al mismo pueblo de San Martín de la Vega, sino que le dejará en las afueras, a unos cien metros de sus calles. (Debe ser que en ese mismo punto se fundieron las neuronas del genio que diseñó el trazado).Con todo, los aficionados al ciclismo no le hacemos ascos a su uso porque, dentro de lo poco que hay, se trata de un recorrido de unos 15 kilómetros por donde podemos circular con relativa seguridad al margen del tráfico motorizado. La cosa es que el carril, cuya construcción no fue seguramente barata, se encuentra a día de hoy en un lamentable estado de abandono, con tramos donde ha desaparecido la mediana separadora con la carretera, múltiples socavones, tramos sin asfaltar, coches atravesados y suciedad por doquier.