'Nadie conoce a nadie' y 'Viridiana'

El sábado 22 de febrero, el lector de EL PAÍS que lo desee podrá adquirir con el diario, y por 5,95 euros, el DVD de Nadie conoce a nadie, primer largometraje de Mateo Gil, que fue estrenado a finales de 1999 y que se convirtió en uno de los grandes éxitos de taquilla de la temporada, superando la cifra de 1.400.000 espectadores. El joven y debutante realizador canario (tenía 27 años de edad) no era un desconocido: había realizado varios cortometrajes y, sobre todo, había compartido los guiones de Tesis y Abre los ojos, los dos primeros largometrajes de su amigo Alejandro ...

El sábado 22 de febrero, el lector de EL PAÍS que lo desee podrá adquirir con el diario, y por 5,95 euros, el DVD de Nadie conoce a nadie, primer largometraje de Mateo Gil, que fue estrenado a finales de 1999 y que se convirtió en uno de los grandes éxitos de taquilla de la temporada, superando la cifra de 1.400.000 espectadores. El joven y debutante realizador canario (tenía 27 años de edad) no era un desconocido: había realizado varios cortometrajes y, sobre todo, había compartido los guiones de Tesis y Abre los ojos, los dos primeros largometrajes de su amigo Alejandro Amenábar, sin duda, el realizador que conmocionó el panorama del cine español.

Con un reparto integrado por Eduardo Noriega, Jordi Mollá, Paz Vega y Natalia Verbeke, una historia próxima al thriller y al más contemporáneo juego de rol, Nadie conoce a nadie transcurre durante los días de la Semana Santa sevillana del año 2000, ciudad y época en la que una serie de terribles acontecimientos pone al borde del desastre total a la capital andaluza. Tanto los realizadores como los actores citados pertenecen a una nueva generación de la cinematografía española que ha sabido atraer a los jóvenes espectadores a las salas de exhibición, mejorando notablemente el interés del mercado por nuestra industria.

Quizás el denominador común de todos ellos sea el de poseer una cultura, una forma de observar, en la que lo audiovisual tiene tanto o más peso que la tradicional cultura del texto. Es una generación que surge y crece en un ámbito social, político y cultural más homogéneo con respecto a los países desarrollados, más libre del peso ideológico que tanto marcó a quienes se formaron vitalmente en el seno de una dictadura y para quienes las nuevas tecnologías, los ordenadores, Internet, etcétera, son asumidas con naturalidad desde que tienen uso de razón. Todo ello les permite concebir y narrar unas historias que resultan más atractivas al sector de la población que acude con más frecuencia al cine: los jóvenes. Ésa podría ser una de las claves del éxito de los filmes citados.

Pero si para los españoles mayores de 50 años, en general, y los cinéfilos, también españoles, en particular, hay una película legendaria en nuestra cinematografía ésa es Viridiana, de Luis Buñuel, realizada en 1961 y que podrá adquirir por 1,95 euros todo aquel que compre EL PAÍS el próximo domingo, 23 de febrero. Legendaria por varias razones que poco o nada tienen que ver con sus valores específicamente cinematográficos.

Con guión de Julio Alejandro y el propio Buñuel, su productor mexicano, Gustavo Alatriste, contacta con la recién creada productora española Uninci, próxima al prohibido y perseguido partido comunista. Ricardo Muñoz Suay, como productor ejecutivo, Pedro Portabella y el ya citado Alatriste como productores, convencen a Buñuel para que regrese a España desde México, país que le acogió a raíz de la Guerra Civil, y la filme aquí. Con José F. Aguayo al frente de la fotografía y Fernando Rey, Silvia Pinal, Francisco Rabal y Margarita Lozano en los papeles principales, el filme consiguió la Palma de Oro del Festival de Cannes para, al mismo tiempo, ser prohibida en España hasta la muerte del general Franco en 1975.