Coca-Cola recortará 1.900 empleos tras reducir un 23% sus beneficios

Los beneficios de Coca-Cola cayeron un 23% en 2002, hasta los 3.050 millones de dólares, debido a la debilidad de la economía mundial y a la fuerte competencia de Pepsi, que en el mismo periodo registró un 24% de subida en los resultados netos, hasta superar al gran rival y lograr 3.331 millones de dólares. La firma de Atlanta va a reorganizar este año algunas actividades y reducir en 1.900 trabajadores su plantilla, de 42.000 en el mundo.

A pesar de lo malo del año, Coca-Cola presentó un ligero incremento de beneficios en el último trimestre con respecto al mismo periodo del año anteri...

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Los beneficios de Coca-Cola cayeron un 23% en 2002, hasta los 3.050 millones de dólares, debido a la debilidad de la economía mundial y a la fuerte competencia de Pepsi, que en el mismo periodo registró un 24% de subida en los resultados netos, hasta superar al gran rival y lograr 3.331 millones de dólares. La firma de Atlanta va a reorganizar este año algunas actividades y reducir en 1.900 trabajadores su plantilla, de 42.000 en el mundo.

A pesar de lo malo del año, Coca-Cola presentó un ligero incremento de beneficios en el último trimestre con respecto al mismo periodo del año anterior (un 1,8%, de 914 a 930 millones), lo que permitió a su presidente, Doug Daft, mostrarse optimista ante 2003. "En conjunto, estamos satisfechos con nuestros resultados de 2002, dado el difícil entorno microeconómico, y tenemos confianza para el año 2003", comentó. No hizo previsión de futuros resultados trimestrales, en seguimiento de la política adoptada en diciembre, cuando la compañía señaló que esos anuncios se convierten en una espada de Damocles porque al centrar el interés en el corto plazo distrae de objetivos a largo.

Los resultados del cuarto trimestre correspondieron a las expectativas de los analistas y fueron premiados con alzas en Wall Street, donde Coca-Cola ha perdido un 25% de su cotización en los tres años que Daft lleva al timón.

Las ventas crecen un 12%

Coca-Cola facturó el año pasado un 12% más que el precedente (19.560 millones frente a 17.550) y los buenos resultados del cuarto trimestre se debieron a un incremento del negocio por la distribución de las aguas embotelladas de Evian y Danone y la adquisición de los combinados de Seagram. Las ventas fueron bien en América Latina y Asia, pero el objetivo más perentorio es alentar la demanda por Coke Classic en los 200 mercados mundiales a que llega el producto, que supone alrededor del 60% de la facturación de la compañía.

La firma de Atlanta va a consolidar operaciones en Estados Unidos, su principal mercado, y cerrar tres plantas embotelladoras en Alemania, con la pérdida de 1.000 puestos de trabajo en su división de América de Norte, el 8% de una plantilla de 12.000, y 900 en Europa, el 3% de sus 30.000 empleados en el resto del mundo. El reajuste se realizará en la primera mitad del año y supondrá un coste bruto de unos 400 millones de dólares en el ejercicio. Estos recortes culminan otros realizados en años pasados, cuando sólo en el 2000 prescindió de 5.200 trabajadores.

Frente a la precariedad de Coca-Cola, los beneficios de Pepsi subieron un 21% en el cuarto trimestre (de 667 a 805 millones), ayudados por las ventas en EE UU, lo que permitió cerrar el año con un aumento del 24% en los resultados (de 2.660 a 3.310 millones), después de ventas que subieron en todo el mundo un 6,8%, hasta los 23.510 millones de dólares.

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