Seguridad en Sierra Nevada

Hace unos días fui a esquiar a Sierra Nevada, hacía mi decimotercera temporada. Durante estos años he acudido con muchísima asiduidad, sin embargo, cada vez resulta más difícil hacerlo de manera cómoda y, sobre todo, segura. La gran masificación producida en los últimos años no ha llevado consigo la adecuación de los servicios. Para llegar, alojarse, coger los remontes, comer, ir al baño, etc., hay que sufrir grandes colas. A veces, y debido a dichas colas, el precio del F.F. da para apenas algunas bajadas, por lo que cada una de éstas sale a un precio desmesurado.

Pero para nosotros, l...

Hace unos días fui a esquiar a Sierra Nevada, hacía mi decimotercera temporada. Durante estos años he acudido con muchísima asiduidad, sin embargo, cada vez resulta más difícil hacerlo de manera cómoda y, sobre todo, segura. La gran masificación producida en los últimos años no ha llevado consigo la adecuación de los servicios. Para llegar, alojarse, coger los remontes, comer, ir al baño, etc., hay que sufrir grandes colas. A veces, y debido a dichas colas, el precio del F.F. da para apenas algunas bajadas, por lo que cada una de éstas sale a un precio desmesurado.

Pero para nosotros, lo verdaderamente grave y por lo que nos cuestionamos seguir yendo, es que a lo que antes eran meras dificultades, ahora hay que añadirle una circunstancia muy especial, y es que cada vez se hace más peligrosa la práctica del esquí en esta estación. Me refiero al acondicionamiento de las pistas. El que Cetursa anuncie que una pista o zona está abierta debe implicar no sólo que está abierta, como si de una puerta se tratara: Hay que pisar la pista, balizar las placas de hielo, las piedras, etc. Si para esto se necesita más personal, pues que lo contrate; si no, que no la anuncie como practicable.

Insistimos en que Cetursa se debe plantear muy en serio que la mayoría de los que frecuentamos la estación -que bastante dinero pagamos por ello- queremos ir a esquiar, a divertirnos y no a jugarnos la vida. Los grandes ingresos de los que hace gala debería utilizarlos para algo más que para obtener beneficios: Para invertir en la mejora de los servicios que se ofrecen y, sobre todo, en garantizar la seguridad de los usuarios.

Si ocurre lo que hace unos días, en que la estación era una completa placa de hielo, por seguridad, los responsables de la estación, dejando a un lado el beneficio económico, deberían tomar la decisión de no abrirla a la práctica del esquí, en lugar de hacer recomendaciones tales como que se extremen las precauciones o que el material esté en buen estado, ya que, a todas luces, con eso no bastaba.

Curiosamente, el balance anual siempre es negativo, lo que nos lleva a preguntarnos qué ocurre con la gestión de la estación. Señores directivos de Cetursa: Plantéense la seguridad de las pistas como algo primordial, si no las consecuencias serán graves para todos, incluidos ustedes que son los responsables de las mismas.