Sobresaltos y tensión
Versión estadounidense de un impactante filme japonés, la opera prima de Hideo Nakata que se estrenó internacionalmente con el mismo título, The ring, es una tan respetuosa como, a la postre, funcional película de terror que, con pocos ingredientes, sin abusar de lo sanguinolento -la enfermedad infantil del género- y sin forzar casi nunca las situaciones, logra un apreciable dividendo de sobresaltos, tensión y adrenalina contenida.
El responsable de tal proeza no es tanto el director, Gore Verbinski, cuanto las virtudes del original, que lograba con pocos elementos -una hi...
Versión estadounidense de un impactante filme japonés, la opera prima de Hideo Nakata que se estrenó internacionalmente con el mismo título, The ring, es una tan respetuosa como, a la postre, funcional película de terror que, con pocos ingredientes, sin abusar de lo sanguinolento -la enfermedad infantil del género- y sin forzar casi nunca las situaciones, logra un apreciable dividendo de sobresaltos, tensión y adrenalina contenida.
El responsable de tal proeza no es tanto el director, Gore Verbinski, cuanto las virtudes del original, que lograba con pocos elementos -una historia que parecía una leyenda urbana, el estiramiento del tempo narrativo hasta extremos paroxísticos, y una presencia fantasmal y reptante que dejaba literalmente congelada a la parroquia- efectos mucho mayores de los que el género nos tiene acostumbrados.
LA SEÑAL
Dirección: Gore Verbinski. Intérpretes: Naomi Watts, Martin Henderson, David Dorfman, Brian Cox, Jane Alexander, Lindsay Frost, Amber Tamblyn. Género: terror, EE.UU., 2002. Duración: 105 minutos.
Sin actores demasiado conocidos -la excepción es Naomi Watts, la bella rubia de Mullholand Drive-, con un director del que más vale olvidar sus títulos anteriores -entre ellos, El mexicano-, The ring gustará sin duda alguna a amantes exigentes de las historias que no necesitan de estridencias para obtener sus objetivos.