Reportaje:

El fin de un buque maldito

El 'Exxon Valdez' navegó hasta octubre con otro nombre

¿Qué fue de aquel buque maldito, el Exxon Valdez, que pasó a la historia como responsable, en 1989, de la más grave marea negra conocida hasta el momento? El gigantesco petrolero no desapareció del mapa tras la tragedia en Alaska, como muchos pudieran pensar, sino que, reparado y rebautizado como S/R Mediterranean, siguió navegando y transportando crudo.

El Exxon Valdez navegó hasta hace apenas tres meses, cuando su empresa propietaria, Sea River Maritime, subsidiaria de Exxon, decidió anclarlo en un fondeadero del Extremo Oriente. Vaciado de combustible y de materi...

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¿Qué fue de aquel buque maldito, el Exxon Valdez, que pasó a la historia como responsable, en 1989, de la más grave marea negra conocida hasta el momento? El gigantesco petrolero no desapareció del mapa tras la tragedia en Alaska, como muchos pudieran pensar, sino que, reparado y rebautizado como S/R Mediterranean, siguió navegando y transportando crudo.

El Exxon Valdez navegó hasta hace apenas tres meses, cuando su empresa propietaria, Sea River Maritime, subsidiaria de Exxon, decidió anclarlo en un fondeadero del Extremo Oriente. Vaciado de combustible y de materiales inflamables, el petrolero está prácticamente en situación de desguace, según el boletín SunSpot.net.

Pese al cambio de nombre, el buque no ha pasado tan desapercibido como sus propietarios deseaban. Destinado a Europa, lejos de Alaska, sufrió protestas en Génova y Escocia. Activistas de Greenpeace intentaron repetidas veces repintar el infame nombre original en el casco y al menos en una ocasión, en Bahamas, lograron escribir en 1994: "Detenedme antes de que vuelva a derramar petróleo".

El buque fue construido en San Diego (California) por National Steel and Shipbuilding. Costó 125 millones de dólares y desde su botadura en 1986 se dedicó a transportar crudo de Alaska a las refinerías de la costa occidental de EE UU y a Panamá.

El 24 de marzo de 1989, poco después de abandonar la terminal de Valdez, en Alaska, con una carga de casi 200 millones de litros de crudo, el Exxon Valdez encalló en el estrecho de Prince Williams. El capitán, Joseph Hazelwood, había bebido ocho vasos de vodka antes de embarcar y se retiró tras ordenar un cambio de rumbo para evitar unos hielos. El buque quedó a cargo del tercer oficial, inexperto, y una tripulación agotada. A ello se unió una cadena de despropósitos que acabó con el superpetrolero encallado, 40 millones de litros de crudo vertidos y 750 kilómetros de costa contaminados. Nadie detectó fallo alguno en el barco.

La reparación, en San Diego, duró mas de un año y costó 30 millones de dólares. Pero el Exxon Valdez era un buen barco y siguió navegando. Como su gemelo, el Sea River Long Beach, que ha seguido operando en Alaska.

Exxon rebautizó el petrolero, primero como Exxon Mediterranean, y en 1993, como S/R Mediterranean, y lo mandó lejos de Alaska, donde una ley de 1990 le había prohibido volver. Los propietarios afirman que dicha ley era anticonstitucional. Pero el regreso del Exxon Valdez / S/R Mediterranean a Alaska habría sido una provocación. "Sería como dedicar el Enola Gay [el avión que lanzó la bomba atómica] al servicio de pasajeros en Hiroshima", comentó hace años años Rick Steiner, de la Universidad de Alaska.

El Exxon Valdez, rebautizado como S/R Mediterranean, atracado en el puerto de Marsella en 2000.

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