La policía italiana desactiva en Milán un segundo paquete bomba enviado a Iberia

Un sobre amarillo con un libro bomba artesanal, dirigido a las oficinas de Iberia en el aeropuerto milanés de Malpensa, fue desactivado ayer por la policía aeroportuaria italiana. El artefacto, similar al detectado el viernes en la sede de la compañía aérea española, en Roma, y al recibido el día antes en la Redacción de EL PAÍS en Barcelona, contenía unos 40 gramos de pólvora y un detonador para provocar la explosión al abrir el paquete. Los investigadores sospechan de un grupo del área anarquista ligado a presos comunes muy peligrosos, encarcelados en España. Uno de estos presos es el italia...

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Un sobre amarillo con un libro bomba artesanal, dirigido a las oficinas de Iberia en el aeropuerto milanés de Malpensa, fue desactivado ayer por la policía aeroportuaria italiana. El artefacto, similar al detectado el viernes en la sede de la compañía aérea española, en Roma, y al recibido el día antes en la Redacción de EL PAÍS en Barcelona, contenía unos 40 gramos de pólvora y un detonador para provocar la explosión al abrir el paquete. Los investigadores sospechan de un grupo del área anarquista ligado a presos comunes muy peligrosos, encarcelados en España. Uno de estos presos es el italiano Claudio Lavazza, de 54 años, que asesinó a dos policías en Córdoba en 1996.

El sobre, de 23 por 17 centímetros, despertó las sospechas de los empleados del servicio de correos de Malpensa, segundo aeropuerto de Milán. El destinatario era también la oficina de Malpensa de la compañía española. A las 9.40 de la mañana fue dada la alarma y el sobre quedó en manos de la policía, que lo examinó con rayos X, y comprobada la existencia de una bomba procedió a desactivarla.

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El paquete estaba formado por un libro con un hueco para colocar el explosivo: unos 50 gramos de pólvora verde y un detonador formado por una bombilla, hilos eléctricos, una pila y un montón de cabezas de cerilla. Con el mismo sistema estaban fabricados tanto el paquete recibido en la sede de Iberia como el que llegó el jueves a EL PAÍS. Este último iba acompañado de una octavilla reivindicativa firmada por la organización Célula Contra el Capital, las Cárceles, lo Carceleros y sus Celdas (conocido como Las cinco Ces), desconocida hasta el momento, aunque posiblemente ligado a una denominada Sociedad Internacional.

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