OPINIÓN DEL LECTOR

A cara cubierta

Frecuentemente vemos en los medios de comunicación la detención de un delincuente. Casi siempre, el presunto aparece con la cara cubierta. Y muchísimas veces se le describe con su nombre y apellidos y con su currículo, casi siempre horroroso, de crímenes. Me pregunto: ¿es que no es el que dicen que es? Absurdo. O es que al interesado no le gusta que le vean. ¿No les parece que sería mejor que le viéramos la cara, aunque sea para facilitar su reconocimiento en el caso posible o probable de que nos lo encontremos pronto por la calle?

Otra cosa para mí difícil de entender. La llamo ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Frecuentemente vemos en los medios de comunicación la detención de un delincuente. Casi siempre, el presunto aparece con la cara cubierta. Y muchísimas veces se le describe con su nombre y apellidos y con su currículo, casi siempre horroroso, de crímenes. Me pregunto: ¿es que no es el que dicen que es? Absurdo. O es que al interesado no le gusta que le vean. ¿No les parece que sería mejor que le viéramos la cara, aunque sea para facilitar su reconocimiento en el caso posible o probable de que nos lo encontremos pronto por la calle?

Otra cosa para mí difícil de entender. La llamo información incompleta. Un ejemplo: recientemente ha sido descubierto un fraude increíble, incluso en un país en el que lo increíble es cada vez más creíble. Empresas que cobraban suculentas subvenciones para montar escuelas de perfeccionamiento para sus obreros, que cobraban y no cumplían su compromiso. No montaban la escuela. ¡Ah! Pero los justificantes, papeles, firmas de los alumnos, etcétera, se presentaban correctamente y más o menos puntualmente...

¿No deberían publicarse, además del hecho fraudulento, los nombres y apellidos de los empresarios listillos, directores, gerentes o, en una palabra, los responsables?-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En