OPINIÓN DEL LECTOR

Pistas forestales

Recientemente, tras dos años de ausencia, subí al monte Arno. Observé que se han construido numerosas nuevas pistas que degradan el entorno, tanto desde un punto de vista ecológico como paisajístico. Su impacto es más grave de lo habitual, pues atraviesan principalmente un bosque endémico de la costa cantábrica: el encinar cantábrico. La presencia de estos bosques en el macizo de Arno ha sido suficiente para que haya sido propuesto por el Gobierno vasco como Lugar de Interés Comunitario. Es decir, aspira a ser declarado Zona de Especial Conservación dentro de la red europea de espacios natural...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Recientemente, tras dos años de ausencia, subí al monte Arno. Observé que se han construido numerosas nuevas pistas que degradan el entorno, tanto desde un punto de vista ecológico como paisajístico. Su impacto es más grave de lo habitual, pues atraviesan principalmente un bosque endémico de la costa cantábrica: el encinar cantábrico. La presencia de estos bosques en el macizo de Arno ha sido suficiente para que haya sido propuesto por el Gobierno vasco como Lugar de Interés Comunitario. Es decir, aspira a ser declarado Zona de Especial Conservación dentro de la red europea de espacios naturales. Se trata del encinar más extenso de Guipúzcoa.

Las nuevas pistas llegan a zonas de cultivos de pinos o eucaliptos. En varios casos, de tres a cinco pinos parecen justificar la construcción de un tramo de centenares de metros de pista para llegar hasta ellos y talarlos, destruyendo el encinar que hay por medio. Además, se observan entresacas y talas dentro de los encinares afectados. Otras llegan a enclaves y crestas donde el bosque había permanecido casi inalterado. La masa del encinar ha decrecido visiblemente, pues con cada corta de cultivos forestales adjuntos, se añade, a la chita callando, un tramo de encinar y así poder plantar más pinos.

Este laberinto de pistas ha cortado senderos de montaña tradicionales, desorientando a los caminantes. Otros senderos están marcados con una pintura roja reciente, indicando su próxima sustitución por nuevas pistas.

El Parque Natural de Aralar, amenazado por la construcción de nuevas pistas, Aitzgorri sufriendo también la proliferación de las mismas, ahora el macizo de Arno. ¿Quién controla que nuestro patrimonio natural no se pierda ni degrade? ¿Cuándo se tomarán medidas reales (no sólo por escrito) de protección de los espacios naturales? Sería de agradecer que el (los) organismo(s) competente(s) tomaran cartas en el asunto.

Archivado En