Buscar soluciones
He leído en EL PAÍS del sábado 23 de noviembre la noticia de que una confederación de asociaciones de mayores tiene la intención de presentar un recurso de inconstitucionalidad para evitar que sea limitada por ley la edad para ser consejero o presidente de empresas.
Me ha parecido muy digna de elogio la iniciativa de estas asociaciones, apoyando el derecho de ejercer como consejeros a personas de más de 70 años. Últimamente es frecuente leer noticias en las que se debate este tema.
Sin embargo, aunque soy asiduo lector de la prensa diaria, no he visto ninguna referencia a actuaci...
He leído en EL PAÍS del sábado 23 de noviembre la noticia de que una confederación de asociaciones de mayores tiene la intención de presentar un recurso de inconstitucionalidad para evitar que sea limitada por ley la edad para ser consejero o presidente de empresas.
Me ha parecido muy digna de elogio la iniciativa de estas asociaciones, apoyando el derecho de ejercer como consejeros a personas de más de 70 años. Últimamente es frecuente leer noticias en las que se debate este tema.
Sin embargo, aunque soy asiduo lector de la prensa diaria, no he visto ninguna referencia a actuaciones similares relacionadas con los derechos de los miles de profesionales que, año tras año, están siendo incorporados a expedientes de regulación de empleo (eufemismo actual del despido) por la "ineptitud" de haber cumplido más de 50 años.
Ciertamente no hay aún prevista una ley para impedir que un trabajador que haya tenido la osadía de llegar a esta edad de más de 50 años sea expedientado, desvinculado, prejubilado o cualquier otro término que se le ocurra al creativo de turno, pero sí es cierto que existe una situación de hecho que convierte esta práctica en una realidad cotidiana.
Quizá la propia dejadez de nosotros mismos, los afectados, sea uno de los motivos de que la actual situación de tirar por la borda lo mejor de la experiencia profesional de España no sea motivo de noticia diaria y análisis permanente en busca de soluciones lejos del papanatismo de los políticos y de las recetas de los analistas de salón.
Utilicemos los lunes al sol y el resto de días de la semana en la búsqueda activa de soluciones.