Privatizar la primaria en Alzira "no costará ni un duro", dice Olivas

El presidente del Consell confirma la próxima privatización de RTVV

El presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, aseguró ayer que la privatización de la atención primaria en el área de salud de La Ribera "no costará ni un duro" al Consell. Olivas, que se sometió por segunda vez a una sesión de control en las Cortes, confirmó la próxima privatización de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) y aseguró que la operación se llevará a cabo a través de un concurso público "libre y transparente".

El portavoz de EU, Joan Ribó, había preguntado a Olivas por los "motivos reales" del anunciado rescate del hospital de La Ribera. Según Ribó, con esta operación, que...

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El presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, aseguró ayer que la privatización de la atención primaria en el área de salud de La Ribera "no costará ni un duro" al Consell. Olivas, que se sometió por segunda vez a una sesión de control en las Cortes, confirmó la próxima privatización de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) y aseguró que la operación se llevará a cabo a través de un concurso público "libre y transparente".

El portavoz de EU, Joan Ribó, había preguntado a Olivas por los "motivos reales" del anunciado rescate del hospital de La Ribera. Según Ribó, con esta operación, que costará 44 millones de euros, el Consell pretende "inyectar dinero" para salvar a la concesionaria y evitar "el hundimiento de uno de sus buques insignia", el hospital de Alzira. El portavoz de EU citó los otros proyectos emblemáticos del Consell del PP. "Todos sus buques insignia están en situación de emergencia económica: la Ciudad de las Artes y las Ciencias perdió el año pasado 6.000 millones de pesetas, Terra Mítica ha perdido 15.900 millones de pesetas desde su inauguración y el hospital de Alzira sigue en pérdidas", dijo Ribó, quien recordó a Olivas que en 1997 se tenía que haber redactado un documento con la concesionaria en el que quedaran especificadas las inversiones realizadas, para "definir los bienes sujetos a reversión y establecer el valor de los activos en caso de rescisión del contrato". Ribó exigió al presidente que haga público ese documento.

Olivas señaló que el rescate del hospital se va a adelantar porque "el ya conocido como modelo Alzira está funcionando excepcionalmente bien" y lo que se pretende es ampliar el contrato, puesto que se convocará un concurso en el que se integrarán la atención primaria y la especializada. Algo que, según Olivas, "no le va a costar ni un duro" al Consell.

En su respuesta al portavoz del PSPV, Joaquim Puig, que le preguntó por la privatización de RTVV, Olivas sacó a relucir las contradicciones entre el Grupo Socialista y el secretario general del partido, Joan Ignasi Pla, en torno al asunto. Además, recordó que se trata de un compromiso electoral del PP, que, según dijo, siempre ha sido "coherente" al respecto, no como los socialistas. Olivas anunció que se convocará un concurso público libre y transparente y aseguró que "se garantizarán todos los puestos de trabajo". Además, dijo que se exigirá al adjudicatario que garantice el cumplimiento de la ley de creación de RTVV y la "naturaleza de servicio público de los contenidos de Canal 9". Pero no respondió a la acusación de Puig, quien había dicho que el PP ha "dilapidado 150.000 millones de pesetas" en RTVV, que está "endeudada para las próximas décadas". Por todo ello, el portavoz socialista pidió la constitución de una comisión de investigación.

La pregunta del PP giró en torno al trasvase del Ebro previsto en el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Olivas defendió la política de ahorro de agua del Consell pero añadió que las medidas puestas en marcha "no son suficientes para paliar todo el déficit hídrico" de los valencianos.

Un presidente sin corte

La sesión de control al presidente del Consell discurrió ayer por cauces que nada tienen que ver con los de los últimos años. Y no precisamente por el contenido de las preguntas de los portavoces, ni por las respuestas del presidente. Las diferencias estaban en el ambiente y la escenografía.No había tantos periodistas, ni tantas cámaras de televisión; tampoco eran muchos los fotógrafos que esperaban en el hemiciclo, y en los pasillos no se apreciaba la hasta ahora habitual masiva presencia de integrantes del segundo escalón y de jefes de gabinete. Cuando llegó el presidente, casi todos los diputados y buena parte del Consell ocupaban ya sus escaños. Olivas apareció solo, sin corte alguna, bajó pausadamente las escaleras, y se sentó en su sitio. Nadie se movió, más allá de varios saludos a distancia y de alguna palmada en la espalda. Todo muy frío, se podría pensar. Aunque también muy normal. Porque quizá lo anormal fuera lo otro, la desmesurada expectación que generaban las apariciones de Zaplana, con toda esa corte y todo ese culto al jefe de los que el anterior presidente gustaba de rodearse.

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