Entrevista:ÁNGELES IRISARRI | Escritora

"La historia ha olvidado a las mujeres"

La historia de cuatro monjas que se unen en 1498 a la tercera expedición de Colón a América para vestir a los indios "con saya y braga" es el pretexto de Ángeles Irisarri (Zaragoza, 1947) para narrar en América, la aventura de cuatro mujeres en el Nuevo Mundo (Grijalbo) una historia de aventuras y humor para la que la autora ha investigado en detalle la época que describe.

Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de elegir un argumento un tanto estrambótica?

Respuesta.
Cuando terminé la trilogía de Isabel, la Reina, busqué otro argumento. Y así me apareció doña ...

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La historia de cuatro monjas que se unen en 1498 a la tercera expedición de Colón a América para vestir a los indios "con saya y braga" es el pretexto de Ángeles Irisarri (Zaragoza, 1947) para narrar en América, la aventura de cuatro mujeres en el Nuevo Mundo (Grijalbo) una historia de aventuras y humor para la que la autora ha investigado en detalle la época que describe.

Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de elegir un argumento un tanto estrambótica?

Respuesta. Cuando terminé la trilogía de Isabel, la Reina, busqué otro argumento. Y así me apareció doña Juana, uno de sus personajes principales. Doña Juana es abadesa de las clarisas de Tordesillas, donde se firmó el tratado del mismo nombre. En el convento se alojan embajadores castellanos y portugueses y hablan con la abadesa, que es una mujer curiosa y se entera de muchas cosas. Entre ellas, de que en la selva se va desnudo. Y, claro, se queda espantada. Estudiando la época, descubrí que en el tercer viaje de Colón le acompañaron mujeres por vez primera, 30. ¿Qué más quiero? Cuatro de esas 30 mujeres van a ser mis monjas.

P. ¿Recrea entonces a partir de hechos reales?

R. Todo es verdadero, salvo que las cuatro monjas son imaginarias.

P. ¿Se debe a algo que insista en la época de Isabel la Católica?

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R. Escribí tres novelas actuales, dos de ella todavía inéditas. Así que, como soy de Historia , me dije que había llegado el momento de escribir una novela histórica. Además, estaba de moda, y dicen que sigue. Esto fue hace unos 15 años. La novela histórica es una tarea difícil porque si se quiere hacer bien hay que documentarse mucho. Es un trabajo añadido al de novelista.

P. Muchas narradoras eligen personajes femeninos...

R. La historia ha olvidado a las mujeres. Hay mucho que hablar de las mujeres y además, el mayor número de lectores son lectoras. Hay escritoras que rabian cuando les dicen que escriben literatura de mujeres para mujeres; a mí me da igual.

P. ¿Hasta que punto son la ironía y el humor importantes en su obra?

R. Hay muchas novelas que son aburridísimas y yo pienso que la literatura tiene que entretener y hacer pasar un buen rato porque para agonía ya están los informativos. Si la gente se gasta dinero en un libro es para pasar un rato ameno.

P. La crítica se refiere a este género como subgénero. ¿Por qué se mantiene esa idea?

R. Los críticos no suelen saber de historia y hay profesores de historia que quisieran ser novelistas para no aguantar a los alumnos. Ahí habría que mirar.

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