Los embajadores de los Quince dan por hecho que la ampliación de la UE se retrasará hasta mayo de 2004

Rafa Höhr

La adhesión de 10 nuevos Estados a la Unión Europea se retrasará al menos cinco meses, tal como se temía desde antes del verano. Prevista inicialmente para el 1 de enero de 2004, la ampliación se efectuará el 1 o el 15 de mayo de ese año, según aseguraron ayer fuentes oficiales de diversas representaciones permanentes ante la UE. Los embajadores de los Quince apuestan ya por esas fechas, debido al amplio margen de tiempo que se necesitará para ratificar el Tratado de Adhesión.

Los ministros de Exteriores de la Unión debatirán esta cuestión en su reunión de los próximos lunes y martes, p...

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La adhesión de 10 nuevos Estados a la Unión Europea se retrasará al menos cinco meses, tal como se temía desde antes del verano. Prevista inicialmente para el 1 de enero de 2004, la ampliación se efectuará el 1 o el 15 de mayo de ese año, según aseguraron ayer fuentes oficiales de diversas representaciones permanentes ante la UE. Los embajadores de los Quince apuestan ya por esas fechas, debido al amplio margen de tiempo que se necesitará para ratificar el Tratado de Adhesión.

Los ministros de Exteriores de la Unión debatirán esta cuestión en su reunión de los próximos lunes y martes, pero serán los jefes de Estado y de Gobierno los que fijen definitivamente la fecha en la cumbre europea de Copenhague de los días 12 y 13.

El principal motivo del retraso será el margen de tiempo que se necesita para ratificar el Tratado de Adhesión, que será firmado por los Quince el 16 de abril de 2003. A partir de ese momento, el documento tendrá que ser ratificado en 25 Estados, los actuales Quince y los diez de la ampliación (Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Malta y Chipre). Cuatro de los candidatos (Eslovaquia, Hungría, Polonia y República Checa) han anunciado que celebrarán referendos previos.

En el caso de que en una de esas consultas populares resulte rechazado el Tratado, el correspondiente país será eliminado de la oleada de adhesión. Si el rechazo procede de alguno de los actuales Quince, como ocurrió en Irlanda con el Tratado de Niza, el de Adhesión quedará anulado y la UE tendrá que buscar otra fórmula legal para que se produzca la ampliación.

Ahorro de dinero

En principio, la consecuencia más inmediata del retraso consistirá en que los Quince se ahorrarán aún más dinero del que ya han limado para dedicar a los países candidatos. Puesto que no ingresarán el 1 de enero, les será descontada proporcionalmente la cantidad fijada para el año 2004 (unos 5.000 millones de euros).

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El retraso no tendrá, por el contrario, consecuencias legales o jurídicas, puesto que el único compromiso adquirido por los Quince consiste en que los actuales diez candidatos participen 'como Estados miembros' en las elecciones al Parlamento Europeo fijadas para junio de 2004. En mayo, quedará disuelta la actual Eurocámara, por lo que no habría solapamiento.

El problema técnico más arduo, no obstante, puede producirse en la Comisión Europea. Puesto que en el momento de la adhesión cada país tendrá derecho a contar con un comisario, los nuevos socios exigirán su cuota, pero el mandato de la actual Comisión vence el 1 de enero de 2005.

Para evitar solapamientos en este caso, los Quince ya se plantean la posibilidad de que el actual Ejecutivo comunitario adelante su fin de mandato en dos o tres meses, de modo que la nueva Comisión se forme pocas semanas después de las vacaciones de verano.

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