LA RETIRADA DE LA MEJOR DEPORTISTA ESPAÑOLA DE TODOS LOS TIEMPOS

"He logrado más de lo que podía soñar"

Arantxa Sánchez Vicario anuncia su retirada a los 30 años, tras 17 de profesión, en un emotivo acto de despedida

Decir 'lo dejo' le resultó más difícil que afrontar cualquiera de los más de mil partidos que ha disputado en su larguísima carrera profesional. Liberada al fin, no pudo reprimir las lágrimas.De emoción, por supuesto. Fue una última muestra de que la profesionalidad no está reñida con la emotividad. Antes al contrario. En una buena parte, Arantxa Sánchez Vicario ha asentado en factores emocionales la extraordinaria carrera a la que ayer puso punto y final. Por eso, a la hora de echar el candado a más de 17 años de profesión en la última comparecencia ante la prensa celebrada en Castelldefels, ...

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Decir 'lo dejo' le resultó más difícil que afrontar cualquiera de los más de mil partidos que ha disputado en su larguísima carrera profesional. Liberada al fin, no pudo reprimir las lágrimas.De emoción, por supuesto. Fue una última muestra de que la profesionalidad no está reñida con la emotividad. Antes al contrario. En una buena parte, Arantxa Sánchez Vicario ha asentado en factores emocionales la extraordinaria carrera a la que ayer puso punto y final. Por eso, a la hora de echar el candado a más de 17 años de profesión en la última comparecencia ante la prensa celebrada en Castelldefels, en el club que dirigen su hermano Emilio y Sergio Casal, quiso estar rodeada, como casi siempre por su familia, sus amigos, sus entrenadores, los directivos de la federación y hasta sus preciosos perritos Roland (bautizado así por su primer triunfo en París) y Tina (porque se la regaló Martina Navratilova).

'Ya me toca pensar en mí como persona, me lo merezco', dijo la tenista antes de romper a llorar
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A las incontenibles lágrimas de alegría de aquella niña de sólo 17 años que emocionaron a toda España cuando ganó, en 1987, el primero de sus tres Roland Garros, se sucedieron las que vertió de rabia hace sólo diez días al ser increpada por un espectador en el que acabó siendo su último partido profesional, el de la final de la Copa Federación disputada en Maspalomas, para concluir con el llanto emocionado de ayer. 'Es bueno llorar. Se ve como soy, una persona normal, natural', dijo Arantxa. El tenis ha sido toda su vida. Criada en una familia de tenistas, a los cuatro años ya empuñaba su primera raqueta e incordiaba a sus hermanos Marisa, Emilio y Javier, antecesores suyos en el deporte de la raqueta. Apenas con quince años ya entró en el duro y competitivo circuito profesional. Ahora, cuando apenas le queda un mes y cinco días para cumplir 31 años, una mirada atrás produce vértigo.

En un país donde el deporte femenino estaba en mantillas, ella logró ser número úno mundial, ganar cuatro torneos del Grand Slam (tres Roland Garros y un Open USA) en individuales, seis en dobles y cuatro en mixtos, un total de 29 torneos individuales y 67 en dobles en un circuito profesional en el que ha amasado una fortuna de unos 17 millones de euros en premios, además de haber logrado cuatro medallas olímpicas, dos de plata y dos de bronce, y cinco títulos en la Copa Federación, lo que viene a ser el mundial oficioso por equipos. 'Lograr todo eso', confesó, 'ha sido mucho más de lo que podía soñar'. Entre los numerosos premios que ha recibido a lo largo de su dilatada carrera, destacó uno: 'Valoro de una forma especial el Premio Príncipe de Asturias por su alto valor deportivo y humano'.

'No ha sido una decisión fácil pero me ha llegado el momento', leyó en un comunicado que apenas duró cuatro minutos. Dijo sentirse una privilegiada porque apenas ha tenido lesiones, porque siempre ha contado con el apoyo de su familia, de sus entrenadores, de sus patrocinadores y el respeto de los medios de comunicación. '¿Qué más puedo pedir?', se preguntó en voz alta pero entrecortada por los primeros síntomas de incontenible emoción.

'Los motivos por los que lo dejo son exclusivamente personales', explicó, negando que tuviera algo que ver el incidente con aquel espectador en su último partido, en Gran Canaria. 'Considero que ya me toca pensar en mí como persona, me lo merezco. Hasta hoy toda mi vida ha sido el tenis. A cambio he conseguíido todo lo que un deportista puede soñar: reconocimiento, triunfos y mucho cariño'.

La pregunta es a qué va a dedicarse a partir de ahora Arantxa. 'Desde este momento', dijo, 'quiero luchar fuera de la pista para lograr ser feliz y útil a la sociedad como una ciudadana más. Ahora, empieza otra vida para mí'. La tenista barcelonesa agradeció al presidente de la Federación Española de Tenis, Agustí Pujol, que haya pensado en ella como futura capitana del equipo español de Copa Federación pero indicó que todavía es demasiado pronto para tomar una decisión al respecto.

Arantxa tiene previsto iniciar hoy unas vacaciones con un viaje cuyo destino desea mantener en secreto. Más adelante espera que pueda ser organizado algún encuentro que le permita despedirse de sus compañeras y del público después de haber tenido que renunciar a inscribirse, a causa de una lesión, en el Masters que se jugará en el Palau Sant Jordi del 21 al 24 de noviembre.

'Creo que lo he hecho todo', sentenció Arantxa. 'Mi vida no la cambiaría por nada del mundo. Buscando mucho creo que me faltaría abanderar a mi país en unos Juegos Olímpicos'. Fue su última confesión en el cierre a 17 años como tenista profesional.

Arantxa Sánchez-Vicario llora durante la rueda de prensa en la que anunció su retirada.REUTERS

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